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Las trágicas muertes de Lidia Raquel Rodríguez (35) y de Abelardo Benítez (47) llevan más de tres años de proceso judicial, con dos familias y amigos sin respuesta, de espera extensa para que se esclarezca lo sucedido y que esto ayude a que no se repita.
El expediente tiene como imputado por “homicidio culposo” a Ángel Ramón Martínez. El conductor de 23 años que a las 8 del domingo 29 de mayo de 2016 colisionó de frente y, de acuerdo a las pericias, con exceso de velocidad el Toyota Etios a su mando contra el remís Renault Sandero que conducía Benítez, quien pocas horas antes había dejado su turno de trabajo en el área Redacción de este Diario.
Tres chicas le solicitaron el viaje hacia sus casas. Al llegar al cruce de las avenidas Centenario y San Martín el semáforo le dio rojo y frenó.
Segundos después se produjo el impacto frontal, violento, incomprensible y que se llevó las vidas de Benítez y Rodríguez, y dejó heridas a las dos jóvenes restantes.
“Ya es demasiado”
El expediente estaría a un paso de ser elevado a debate oral y público. Restaría el cierre de las actuaciones del juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón. La opinión fiscal indicó que las pruebas y procedimientos no contradicen los requisitos para que se concrete un juicio.
Para la santiagueña y docente jubilada, María Nélida Orieta (72), desde ese día y momento no hay consuelo. No volvió a ver a su hijo Abelardo: “Son tres años de dolor pero esperanzados en la Justicia. Nadie espera una tragedia, nunca la imagina, y esta sucedió con tanta crudeza, que golpeó a toda la familia”.
“Este período de espera por un juicio, por un castigo ya se prolongó demasiado, esto se debe resolver en un plazo más corto porque de lo contrario surgen las dudas con mucha más fuerza por cada día que transcurre sin solución. Cada año que pasó sólo nos sirvió para que nuestro abogado nos ponga al tanto, nos cuente en qué situación está la causa”.
“Mientras me sostengo con la fe en Dios y en la virgen María, porque el dolor y la angustia los arrastraré hasta el final de mi existencia. No hay consuelo para la pérdida de un hijo. No pedimos nada raro, pedimos que haya juicio y que sea castigado el que tenga que ser, el que corresponda”.
La mujer remarcó además: “No queremos prisión de un día, buscamos que el culpable sea juzgado. Espero que el dinero no sea la causa de la dilación, que nada raro se interponga”.
El reclamo de Orieta estuvo acompañado por uno de los hermanos de Abelardo, Franco Benítez de 44 años: “Nuestro recuerdo no es cada 29 de mayo. En estos tipos de casos el tiempo no cura, al contrario se suma el dolor, para nosotros como familia es interminable el sufrimiento. Pasaron tres años y estamos en el mismo punto, nada cambió y eso nos preocupa mucho”.
No ocultó su opinión por los plazos de la Justicia: “Confiamos, luchamos por un juicio para que esto no vuelva ocurrir. El que condujo y mató, rápido tiene que ir preso y ser juzgado. Nadie es más que nadie, todos somos iguales ante la ley, nadie con más dinero por sobre los demás”.
“Cada vez que vemos en los medios de comunicación que se realiza un juicio por matar al volante y que alguien va preso, dos, tres o cinco años, sentimos un poquito más de fuerza es una gota de esperanza”.
Orieta comparte la opinión: “Es así, no buscamos nada que no sea Justicia. Que pague el culpable, que sea juzgado y cumpla, es necesario”.