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Tranquilo, paciente y con muchas ganas de dialogar se lo vio al economista Damián Di Pace en su paso por Misiones. “Es que me gusta la tierra colorada”, soltó antes de participar en una mesa de conversación con periodistas de diferentes medios de comunicación, a la cual fue invitado PRIMERA EDICIÓN.
El encuentro fue organizado por la Asociación Misionera de Marketing, en el marco del quinto Congreso Regional que se llevó a cabo en el Teatro de la Prosa del Parque del Conocimiento de Posadas, y que tuvo como puntos principales la “innovación, evolución y revolución” del sector.
Di Pace se consideró un “estudioso de la microeconomía, esa que nadie mira”. Y, en este sentido, remarcó sus dos ejes: “el desarrollo de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyME) y las finanzas del hogar”.
Sobre el primer punto reveló que, a mediano plazo, sólo “el 50% de las PyME sobrevive. No piensan ni en crecer ni en seguir”. “Desgraciadamente hay un bajo porcentaje de emprendedores de alto impacto, están muy mal considerados por nuestro Estado, porque lo ‘matan’ con impuestos, se financian con recursos propios y no poseen un buen financiamiento bancario, deben afrontar tasas impositivas exorbitantes, y arrancan con un régimen impositivo muy bajo, pero ascender de categoría lo pasan a uno muy alto y una carga impositiva de un 30 – 35% de Ganancias”, remarcó.
Detalló que “en Argentina hay 855 mil PyME, que se agrupan en muy fuertes (que son el 5%) y las que tienen un muy buen nivel de capital, con stock; luego están las conservadoras”. El economista afirmó que “en Latinoamérica tenemos la peor tasa de sobrevivencia de un microemprendedor”. Por ejemplo, contó que “el 93% de un emprendimiento termina cerrando en un año, es decir que sólo sobrevive el 7%”.
“Por cada PyME hay 2.365 habitantes porque Argentina perdió musculatura empresaria”, dijo.
“Nosotros tenemos planes sociales pero no tenemos empleo en el sector privado y, quienes podrían generarlo, son los emprendedores. Pero estos no crecen porque tienen altos impuestos que sostienen los planes sociales. Creo que la economía de Argentina va a cambiar cuando la distribución de la riqueza sea genuina y que un emprendedor pueda pasar de ser ‘micro a macro’, con bajas tasas y crecimiento sostenido”, aseveró.
Di Pace criticó que, cuando se habla de financiamiento para las PyME, siempre caen derrotadas con el principal inconveniente de éstas, que es el elevado costo de la tasa de devolución.
Sobre la actualidad de los pequeños y medianos productores, señaló que, de acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), “las ventas minoristas cayeron un 14,3% en mayo y en el acumulado anual la caída es del 12,5%. Llevan 17 meses consecutivos en descenso porque dependen mucho del mercado interno”.
Consideró que hay sectores exportadores y otros vinculados al minorista local que vienen con bajas, como los de calzado, electrodomésticos e informática.
La relación con el dólar
Di Pace, además de ser economista es periodista, por eso se permitió analizar la posibilidad de una moneda en común entre Argentina y Brasil. “En la reunión entre (Mauricio) Macri y (Jair) Bolsonaro se habló de una moneda común, lo que a mi criterio es muy difícil llegar a esto porque requeriría equilibrio macroeconómico y que ninguno lo tiene. Es más, los países de la región para mantener su competitividad no han bajado impuestos, no mejoraron su logística, ni generaron reformas estructurales generales, sino que han devaluado”.
“Entonces cómo voy a creer que una moneda peso real va a ser competitiva si los propios estados que la quieren proponer, nunca han hecho nada para mejorar la competitividad en su país. El respaldo de toda moneda responde a las decisiones políticas, por eso la gente confía tanto en el dólar”, agregó.
Justamente, la moneda estadounidense, fue el disparador para que Di Pace explicara por qué el dólar está tan insertado en el día a día de la sociedad argentina; e indicó que “la gente sabe que la variable del dólar impacta en los precios. Uno piensa que a las personas le interesa porque va a comprar dólares, pero desgraciadamente no es así. La mayoría de los argentinos está pensando en que si sube el dólar también le aumentarán el valor de la leche y el pan, por eso es tan importante”.
En la misma línea y para graficar sus consideraciones, remarcó otro punto importante “de una forma casera”, y explicó que “en mi hogar tengo tres chanchitos: uno es el gasto corriente, que es necesario y no puedo limitarlo; otro un gasto ocasional como ser las salidas, y por último los gastos permanentes, que son los servicios, entre otros”.
Entonces, “el informe del Banco Central dice que el 39% de los argentinos viven al día. Otra parte expresa que el ingreso lo usa casi todo, es decir que ahorra casi nada. Y están quienes ahorran, pero son apenas el 15% de la población y la mayoría lo hace porque tiene experiencias pasadas nefastas”, aseguró.
Reconoció que los argentinos “tenemos poco conocimiento de las finanzas micro, la verdad es que en la toma de decisiones diarias optamos más por intuición que por conocimiento. Ojo, tampoco deberíamos tenerlos”. No obstante, observó que “me llama la atención que, cuando doy una charla en cualquier provincia, siempre me preguntan en qué invierto la plata, entonces yo pregunto qué querés hacer. Es gracioso porque la gente no sabe cuál es el destino que le quiere dar a su dinero y eso los limita”.
Di Pace estuvo acompañado por el presidente de la Asociación de Marketing, Guillermo Poujade, organizador del Congreso y en el cual los participantes se fueron saciados de herramientas, saberes y estrategias necesarias para sostener, y en el mejor de los casos, repuntar las ventas.