A horas de cumplirse un año de su muerte, familiares y amigos marcharon por las calles de la ciudad para que el caso no quede impune. Como corolario, volvieron a teñir de amarillo la estrella que indica el lugar donde fue atropellado por un Chevrolet Astra, que era conducido por un joven de 22 años.
La familia de la víctima publicó un escrito en el que mencionaron: “Que la muerte de Javier López no sea en vano, en nuestra sociedad las victimas de estos delitos, pasan de ser victimas tuteladas por nuestras leyes a ser víctimas olvidadas ni bien vemos que el homicidio culposo en accidente de tránsito es la figura que engloba a todos estos siniestros, sin dejar lugar a ningún tipo de análisis sobre la estructura del hecho planteado desde una perspectiva más reparativa para las pretensiones de las víctimas y sus familiares. Hoy nuestro procedimiento revictimiza a los familiares de los fallecidos en este tipo de siniestros cuando el Estado muestra su cara más siniestra del sistema al no informar, al cometer inacciones, respuestas sin contenido, etc. Sabemos que la falta de conciencia social y voluntad de involucrarnos en estos temas quedan siempre postergadas hasta que nos toca de cerca, hoy por hoy, que nos tocó, no dejaremos que sea por nada, ya dejamos de preguntarnos como familia el por qué. Sino ¿para qué? Y hoy, por ello, la muerte de Javier es por esto, para que tomemos conciencia que no siempre estos hechos son accidentes. Esperamos que con este trabajo, logremos que el Estado empiece a mirar lo negado y que realmente la Justicia sea Justa y se dé cárcel para estos crímenes, y que las estadísticas dejen de ser negativas para las víctimas y que la calificación penal en estos casos sea la correcta y adecuada”.
En la madrugada del 15 de julio de 2018, Javier López (38) cruzaban la avenida San Martín junto a otros dos jóvenes de 22 y 18 años. Los tres fueron atropellados. Estos últimos sufrieron lesiones graves, pero la peor parte se la llevó Javier, quien falleció en el acto. El conductor fue detenido a las pocas horas y luego de cuatro meses fue liberado tras pagar una fianza de un millón de pesos.