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Las estafas piramidales conocidas como “Telar de la Abundancia”, “Telar de los Sueños”, “Flor de la Abundancia” o “Mandalas de la Prosperidad”, no son nuevas, pero –como informó ayer PRIMERA EDICIÓN– ahora regresan y cobran auge en distintos puntos de Misiones como el departamento General San Martín, “actualizadas” con un discurso feminista para atraer adeptas y con mucho más poder de expansión a través de su “versión 2.0” en las redes sociales.
El resultado será siempre el mismo: comenzar a participar en juegos que prometen una ganancia extraordinaria, pero que no son más que un engaño y abuso de confianza a quienes se suman.
Pese a su apariencia lúdica, estos esquemas financieros constituyen un presunto delito tipificado en el Código Penal vigente, que establece castigos que van desde un mes a seis años de prisión.
En diálogo con este Diario, la abogada Roxana Rivas brindó una serie de pautas y aconsejó realizar la denuncia penal en caso de ser víctima de este tipo de delito: “Es necesario que los damnificados realicen la denuncia penal desde el momento en que sienten que han sido estafas. De este modo se activa el aparato judicial que comenzará una investigación”, apuntó la especialista. Y advirtió que “los estafadores juegan a que las personas se resignarán y no harán la denuncia”.
Un “regalo” para mujeres
Antes que nada, hay que comprender que la captación de dinero para inversiones debe contar con autorización por parte de las autoridades competentes, como el Banco Central o la Comisión Nacional de Valores.
Se debe sospechar cuando las invitaciones llegan a través de las redes sociales. “Hoy, por medio de ellas, se realizan encuestas para saber cuál es mi interés y detrás de eso puede haber una estafa. Por ejemplo, si tu interés está vinculado con los animales y su defensa, van a buscar que te sientas cómodo y seguro. El estafador te hace el cuento que más te convenza”, remarcó Rivas.
En el caso de la estafa piramidal, la premisa es “un grupo de economía entre mujeres que se regalan dinero para cumplir sueños”.
En principio, desde el punto de vista legal, parecería que la víctima no hizo una inversión y por ende no espera tener beneficio alguno porque es “un regalo”. Entonces ¿se trata de una estafa? Según la abogada, “la estafa sí se configuró, ya que existió abuso de confianza, mentiras, información errada o subjetiva. Y son varias las cuestiones que permiten comprender que la víctima invirtió para un fin determinado que no se cumplió”.
Por la forma en que se promociona este tipo de cadenas, se entiende que el objetivo es que los participantes obtengan un beneficio. “Y si no hay ninguno o no es de acuerdo a lo estipulado en la promesa, se configura el delito de estafa”, insistió.
Siguiendo a la especialista, cuando estos círculos cerrados son manejados por sujetos que no conocemos o intervienen terceros “se puede hablar de una organización compleja”, contra la que se debe realizar una denuncia en Defensa del Consumidor o en alguna dependencia policial.
Efectuada la acusación, los investigadores inician un sistema de rastreo. Además, verifican quiénes son los titulares de las cuentas de Facebook y también dónde comienza la cadena, para dar con los sospechosos.
En los últimos casos registrados se estableció que las víctimas son, en su totalidad, mujeres. Durante una investigación realizada por PRIMERA EDICIÓN, de las damnificadas consultadas, dos de ellas prefirieron guardar silencio. Otra se limitó, simplemente, a decir que “todavía” está “esperando” y que tiene “confianza en el sistema porque a una amiga le resultó”.
Otra mujer contó que una conocida la invitó a participar, pero antes de aceptar buscó información y rápidamente se percató de que se trataba de una aparente estafa.
Identificación inconsciente para “cazar” a sus víctimas
En busca de empatía y acercamiento, los delincuentes se apropian de palabras y de frases que tienen un fuerte contenido simbólico: “hermandad”, “sororidad”, “confianza”, “ayuda mutua” o “empoderamiento”.
Sobre ello, la abogada Roxana Rivas detalló que “hoy socialmente está instalada la cuestión de género y apuntan a la autonomía de la mujer y de mejorar sus condiciones de vida”.
Y desde Eldorado, Carolina Carbó, de la Red de Mujeres Profesionales por el Derecho a Decidir, explicó que los delincuentes “apelan a la cuestión simbólica y se adueñan de conceptos como el de hermandad y en base a estas cuestiones obtienen dinero. Se toman esos conceptos y se los utiliza para un objetivo mercantilista, en busca de un beneficio. Es gravísimo”.
Según Carbó, “desde hace un tiempo, se escucha que se trata de una estafa concreta y hay muchos relatos y experiencias sobre esto. Lo problemático es que se busca captar a mujeres vulnerables. Y, lamentablemente con estas palabras, que se utilizan en el movimiento de mujeres, se produce una identificación inconsciente”.
Se trata de “una identificación muy peligrosa, porque estamos hablando de mujeres vulnerables que ponen sus últimos recursos para esa supuesta hermandad. Un movimiento que supuestamente las va a ayudar a salir de la situación que están viviendo”, lamentó.
“Fractal”, otra versión que circula
Otra de las versiones de presunta estafa piramidal que encontró PRIMERA EDICIÓN durante esta investigación es el “Fractal”, similar a todas las demás pero con sus pequeñas variantes.
En uno de los mensajes de invitación que circulan por Whatsapp, lo califican como “una inversión” y aseguran que podés ingresar con 500 (pesos) y salir con 4.000, o podés ingresar con 1.000 y salir con 8.000”.
Funcionaría así: “Vos ingresás primero al nivel de color lila, donde tiene que haber 8 personas para que se parta el fractal. Una vez que se parte, vos pasás al nivel azul donde se completa con 4 de los que estaban en el nivel lila y con los otros 4 se arma otro fractal, una vez que estés en el azul es donde tenés que agregar a dos personas. Una vez que se llena de nuevo el primer nivel con las 8 personas, se parte el fractal y pasás al nivel amarillo y ahí no tenes que hacer nada. Sólo esperar que se junten de nuevo las 8 personas para que se parta y ahí pasas al medio y empezás a cobrar vos los 8.000 o 4.000” pesos.
“Cuando se ingresa automáticamente, se paga siempre al Centro”, explica el mensaje.
Cualquier participante puede ingresar las veces que quiera en diferentes o en el mismo Fractal, “siempre y cuando cumpla las reglas”.
Eso sí: hay que “tener en cuenta que, al pasar al segundo nivel, tienen la responsabilidad de ingresar sus dos invitados. Si en el lapso de dos días no ingresa a sus dos invitados, se lo reemplazará y perderá sus $500 o se hará responsable la persona que lo ingresó, le dará sus $500 y lo reemplazará”.
Esto es porque, para que funcione el sistema, deben incorporarse permanentemente más personas que aporten dinero. Cuando esto deja de suceder, el mecanismo se trunca y quienes pusieron dinero quedan sin posibilidad de recuperar su aporte.
En este sentido, aclaran que los administradores del Fractal “sólo se encargarán de partir fractales y compartir información útil. Los únicos responsables de sus invitados son los participantes”.