Luego de nueve jornadas intensivas de armado, el equipo misionero de robótica ultima los detalles del robot que representará a la provincia en la Copa Robótica 2019 en Buenos Aires. El encuentro será el 29, 30 y 31, donde los grupos de cada provincia competirán por representar a la Argentina en el FIRST Global Challenge, que se realizará en Dubái en octubre de este año.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el mentor del equipo misionero de la Escuela de Robótica, Marcos Lugo, señaló que “las reglas son iguales para las provincias; en todas sólo cinco estudiantes estarán en competencia, aunque viajarán los diez del equipo. Allí se encontrarán con sus pares en el mismo rango de edad y bajo el mismo objetivo. Para este año la temática es la limpieza del océano. En esto, la estructura de la competencia consiste en crear alianzas colaborativas, donde algunos sumarán más puntos que otros. Cada alianza será conformada por tres provincias y tendrán que hacer equipos con otros que no saben quiénes son y que se enterarán a través de un sorteo en la competencia, donde tendrán que plantear una estrategia según las máquinas armadas”.
La competencia de la Copa Robótica 2019 “tendrá una provincia ganadora por acumulación de puntos y será la que represente a la Argentina en el Mundial FIRST Global Challenge, que este año se realizará en Dubái el próximo octubre. En sí, esto es un desafío para los jóvenes porque este robot tiene que manipular objetos dentro de una cancha y llevarlos de un lugar a otro, desde una determinada elevación del suelo”, explicó.
En cuanto al proceso de construcción de la máquina en equipo, Marcos Lugo detalló que “lo primero que hicimos fue que los jóvenes se conocieran, porque es un grupo diverso y con una interesante representación de la provincia, ya que lo integran chicos de Wanda, Oberá, Campo Grande y Posadas. A partir de ahí, trabajamos sobre una idea. Hubo una construcción con los estudiantes para buscar los mecanismos para solucionar los inconvenientes”.
El robot construido y que representará a Misiones, “fue armado con un kit que llega a todas las provincias y tiene herramientas que se compran en los Estados Unidos. Trae los mismos componentes para que todos los que compitan tengan las mismas posibilidades de llegar al Mundial FIRST Global. Más allá de contar con guías y manuales, la idea es utilizar la creatividad y el ingenio para construir una máquina”.
Respecto al entrenamiento de estos jóvenes, su profesor comentó que “estuvo dividido en jornadas de entrenamiento en un promedio de ocho horas por día. Durante la semana en vacaciones tuvimos entrenamientos intensivos durante unos siete días de corrido. Hasta el momento tuvimos nueve jornadas de capacitación con los chicos del equipo, cuyas edades van entre los 14 a los 18 años”.
Uno de los integrantes del equipo misionero es Cristian Silva -17 años-, quien llegó desde Campo Grande proveniente de la EPET 25; parte de un grupo que ya obtuvo un reconocimiento por la construcción de su robot transformer: “Soy parte del área de programación, aunque intentamos trabajar en equipo entre todos. En esto, encontramos cosas que no sabíamos ni para qué servían y a partir de estos encuentros aprendimos cosas nuevas”, contó.
Sobre lo que significa ser parte del grupo que representa a una provincia, contestó que “es un compromiso muy grande. Sin embargo, la robótica es algo muy lindo y además representa el presente pero también el futuro para la educación”.
Por su parte, Magalí Duarte -16 años-, remarcó que “como estudiante de Campo Viera, formo parte de las llamadas EFA 4.0 donde fui tomada en cuenta para esta experiencia. En estos tiempos, la robótica está metida en todas partes. Es por ese motivo que en las escuelas EFA se amplió la cobertura y el interés en este campo. Por mi parte, aún es todo nuevo y para armar este robot, los grupos de trabajo tuvimos que dividirnos en la programación y los mecánicos. En mi caso me encargo de la programación y colaboro en otros sectores”.
Asimismo, indicó que integrar este equipo “resultó en una hermosa experiencia y obviamente quisiéramos ganar. A mí me sorprendió encontrarme con este mundo y de ahora en más me encantaría seguir involucrada en la robótica, no sólo en la EFA. En la escuela a nosotros nos sirve en gran medida esta formación y ya contamos con clases en el colegio, donde queremos implementar algunos proyectos como por ejemplo los relacionados con los sistemas automáticos de riego”.
Además, Azul Silva -15 años-, del colegio Santa María de Posadas, remarcó que “la robótica ayuda a desarrollar el pensamiento lógico, porque en la construcción se analiza todo, lo positivo, lo negativo y distinguir entre lo posible y lo que no. Este equipo es muy importante porque hay chicos que no tienen la posibilidad de estar acá y es nuestro deber poder representarlos; además de incentivar a otros a que se interesen en aprender robótica”.