Llenar un changuito en el supermercado se convirtió en una misión cada vez más difícil para los consumidores a tal punto que, en muchos hogares, se optó por recurrir a la compra diaria por no poder encarar una compra “del mes” como supo ser alguna vez.
PRIMERA EDICIÓN realizó una recorrida por los pasillos de un tradicional supermercado local y realizó la compra de una canasta para un hogar promedio. El relevamiento incluyó diferentes productos pero que “no deben faltar en el hogar”. Se constató el precio de varios cortes de carne, pan, frutas, verduras, fideos, arroz, productos enlatados, artículos de limpieza e higiene personal.
El monto final resultó en base a los precios en las góndolas y totalizó los 4.774,20 pesos. En algunos casos se tomó como referencia dos o tres artículos, ya que se tuvo en cuenta el uso que se destina en cada hogar.
En el sector de verdulería y frutería, se observaron los siguientes precios por kilo (en este caso vale remarcar que se comercializan de forma fraccionada en las góndolas): papa $35; cebolla $42,50; zanahoria $41,20; manzana $60; banana $46; tomate $49,50; lechuga $27,50; morrón $98,80 y huevos, por media docena, $31,90.
La leche líquida muestra una de las subas más fuertes de todo el grupo de productos alimenticios: un litro cuesta $58,80, por encima del promedio de la canasta a nivel nacional. Incluso, si se hiciera una comparación con el mismo producto pero dentro del plan nacional de Precios Cuidados, un litro de “Larga Vida” cuesta $48,80. Y el sachet de yogurt $49,80.
En el caso de alimentos no perecederos, los valores fueron los siguientes: fideos $29,20; arroz $39,50; harina de maíz $49,90; harina de trigo $28,50; harina leudante (primera marca) $35,30; mate cocido en saquitos $32,50; té en saquitos $24,20 (en su envase por 25 unidades); leche en polvo $279; mermelada “Precios Cuidados” $55, mientras que otros sabores pero fuera del plan a $82,20; yerba $119,85 “Precios Cuidados”, otra marca $127 y sal fina $32,20.
Siguiendo en el rubro de los alimentos: azúcar $36,65; aceite girasol $88,50 por un 1,5 litros; galletitas de agua $59; galletitas varias dulces $53,90; tomate triturado $66,90; puré de tomates $26,90; salsas varias $20,20. Y aderezos: mayonesa $64,50 (segunda marca $46) y mostaza $71. En tanto, un paquete de cereales $44,30.
Alimentos frescos
En el caso de productos frescos un kilo de pan $65,90; queso rallado paquete de 40 gramos $27,90 y de 200 gramos $77,90. En este caso, el paquete más caro encontrado fue de $210. Siguiendo con quesos pero ahora frescos “Port salut” $290 y cremoso $316,80, en ambos casos la referencia es por un kilo, pero en las heladeras se pueden encontrar por fracciones.
Por lo tanto, en el sector cárnico: medallón de carne paquete de dos a $31,90 y por cuatro unidades $58,30; Salchichas 34. Cortes de carne bovina por kilo, molida $281; aguja $268; pulpa $407; costilla $320; y carne de pollo $65.90.
Por último, en el área de bebidas, un vino promedio hallado fue de $141; agua saborizada $58 (la más económica $39,50) y una gaseosa primera marca $123.
Limpieza del hogar
En el segmento de limpieza, sólo se tomó la base de detergente 750ml cuesta $123, marca alternativa $112,20; Desinfectante $43,20; Limpiador de pisos $88,90.
En caso de higiene personal, la crema dental familiar $124,90. En este caso hay que destacar que una marca dentro de Precios Cuidados cuesta $27,82, pero no había en góndolas ni en reposiciones. Shampoo por 650ml $199,99; jabón de tocador $75; talco para pies $60,50; para el cuerpo $75; desodorante $80 (mujer) y $99 (hombre), ambos de la misma marca; papel higiénico hoja simple $76,60; doble hoja igual precio pero menos metros; papel de cocina $62,30.
Informe nacional
En el primer semestre de 2019, la canasta de consumo masivo (que no incluye carnes, frutas ni verduras) cayó un 8% respecto del mismo lapso del año pasado, pero en los últimos meses se notó una recuperación por lo que se proyecta para todo el año una baja del 4% en comparación a 2018.
En junio, esta canasta sufrió un deterioro del 9% si se mide contra el mismo mes de 2018. Sin embargo, un informe de Consumer Insights que realiza la División World Panel de Kantar, los productos que menos sufrieron fueron alimentos secos, infusiones y cuidado personal.
“Al analizar puntualmente el comportamiento de junio, hay que tener en cuenta que la base de comparación (junio del año pasado) es atípica, debido al desarrollo en ese momento de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 que generó una alta actividad promocional de productos y un mix de consumo masivo diferentes al habitual para ese mes”, explicó Roberto Vázquez Ferrero, director general de la División Worldpanel de Kantar.
Si se analiza el semestre, la caída del primer trimestre fue del 9%, mientras que la del segundo fue de -7%, lo que marca cierta recuperación. Pero estos índices negativos se dieron en todos los rubros, niveles socioeconómicos, regiones y puntos de abastecimiento (hiper y supermercados, cercanía y autoservicios), a excepción de almacenes, que capta más hogares.
El informe detalla que “en el segundo trimestre, alimentos cae un 4% principalmente impulsado por el comportamiento de sopas y conservas; infusiones un 5% por la disminución del consumo de café y cacao en polvo; lácteos un 12% marcado por leches líquidas y saborizadas junto a postres; congelados un 13% por papas, vegetales y hamburguesas; bebidas un 11% dado por los jugos, aguas y amargos; cuidado personal un 4% por cremas corporales y desodorantes; y cuidado del hogar un 9% por suavizantes y desodorante de ambiente”.
Canasta del INDEC
La canasta básica aumentó 2,7% en junio: una familia necesitó más de $31.148 para no ser pobre. En lo que va del año el incremento es de 22,2%, mientras que el acumulado de los últimos doce meses es de 58,9%.
El informe presentado esta última semana por el INDEC da cuenta que en lo que va del año la canasta básica alimentaria aumentó 21,7%, mientras que el acumulado de los últimos 12 meses es de 58,3%. Y la canasta básica total o línea de pobreza entre enero y junio aumentó el 22,2% y en 12 meses un 58,9%.
En base a estos datos, se descuenta que en lo que va del año hubo un incremento de los niveles de indigencia y pobreza por cuanto los ingresos de la población aumentaron por debajo de esos porcentajes. Además hubo un incremento de los asalariados y cuentapropistas informales, con ingresos más reducidos y una reducción del empleo registrado, de mejores ingresos.