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No obstante, los vecinos de las mencionadas colonias, más las picadas que nacen de la ruta 222 y se extienden en un radio de aproximadamente 10 kilómetros, piden el asfaltado de los 39 kilómetros de dicha arteria.
Es que, en estos tiempos de meteorología cambiante, los caminos se ven muy dañados por la acción de lluvias torrenciales que los dejan intransitables.
Ante los numerosos reclamos que se multiplicaron en los últimos meses a través de las redes sociales y ante las autoridades, la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), con asiento en San Vicente, inició la reparación de la ruta, pero los arreglos en picadas y caminos rurales corresponden a los municipios de San Vicente y Colonia Aurora.
Carlos Da Silva, jefe técnico de la Regional IV de la DPV (con asiento en San Vicente), precisó a PRIMERA EDICIÓN que en los 39 kilómetros de extensión se está haciendo el entoscado de los lugares dañados, zanjeos, desagües y perfilados de la ruta y que “en un mes” estaría completado el trabajo. Aclaró que estas reparaciones se realizan “todos los años”, pero “las lluvias fuertes dañan el terreno en las partes más vulnerables, que son los cerros”.
En cualquier caso, los vecinos y colonos de la zona reiteraron su pedido de pavimentación de esta ruta 222. Hace cuatro años se terminó de asfaltar la 221, que une San Vicente con el puerto de Alicia Baja, y funcionarios municipales de la Capital de la Madera aseguran que ya estaba asignada una empresa para avanzar sobre la 222, pero con el cambio de Gobierno a nivel nacional, el proyecto quedó sin fondos.