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La Justicia le impondría una caución real o fianza de hasta seis cifras a los dos jóvenes detenidos por hacer una picada que derivó en una mujer herida de gravedad, señalaron fuentes del caso. Mientras tanto y hasta que no se efectivice, ambos involucrados seguirán tras las rejas.
El pasado lunes a las 2.30 ambos implicados se desplazaban a gran velocidad por la avenida Uruguay. El de 18 años iba al mando de un Volkswagen Gol y el de 21 al volante de un Renault Clio.
Al llegar a la altura de la calle Florencio Sánchez el Gol embistió desde atrás a un Hyundai Coupe en el que viajaba una mujer. Todos circulaban en el mismo sentido, es decir centro-Rotonda.
A raíz del impacto la víctima, de 39 años y quien a esa hora iba a trabajar al Mercado Central, sufrió la fractura de fémur izquierdo y terminó internada en el hospital. La secuencia del hecho fue registrada por cámaras de seguridad de la Policía.
Se observa cuando el Gol impacta contra el Hyundai de la víctima, y el Clio que evita colisionarlos pasando al carril contrario.
Tras ser detenidos fueron indagados por el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo. Uno de ellos prefirió abstenerse, en tanto que el segundo, el de 18 años, negó que hubiera estado corriendo una carrera o picada y dijo que el Hyundai se le atravesó.
Continuando con el trámite judicial el magistrado les notificó que formalmente se lo imputaba por la infracción al artículo 193 bis del Código Penal Argentino.
Este define como una acción delictiva al “conductor que creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente”.
Estos términos jurídicos se refieren a las tristemente célebres picadas ilegales, un delito que prevé una pena de entre seis meses y tres años de prisión. Al joven de 18 años se le agregó otra imputación, la de “lesiones graves”.
En lo que respecta a las distintas medidas de prueba ordenadas por la Justicia, tal como publicó este jueves PRIMERA EDICIÓN, fueron peritados los autos involucrados.
Si bien los resultados de los informes finales podrían demorar, se pudo afirmar que en principio ambos vehículos estaban modificados en lo que respecta a sus prestaciones inerciales para que se desplazaran a mayor velocidad.
En el Volkswagen Gol, peritos de la Policía y un mecánico determinaron que debía realizarse la apertura del block para corroborar si había algo que pudiera imprimirle más potencia que la que tiene de fábrica.
También notó una diferencia en la suspensión, como así también un tipo de escape que le permitiría tener más poder de salida.
Respecto al Renault Clio se supo que estaba “bajado”. Esto es una alteración que le permite tener una menor resistencia al aire en velocidad.
Además, el Clio contaba una suspensión regulable y un escape prácticamente libre, que le da mucha más potencia al motor, tal como observó el mecánico ante la atenta mirada del juez instructor.
Aún restan conocerse otras pericias sobre los autos, como ser una revisión más exhaustiva del interior del motor del Volkswagen Gol y el análisis de la parte electrónica del Clio, para saber si los cambios fueron más profundos.
De imponerse la fianza los implicados recuperarían la libertad, supeditados a la causa.