La comuna posadeña intensificó las medidas de concientización y eliminación de criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, la chikungunya, el zika y la fiebre amarilla. Para ello, se realizaron operativos de descacharrado, así como tareas de fumigación espacial en las zonas más críticas.
Fabián Zelaya, director del Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores de Posadas, en diálogo con Primera Plana que se emite por la 89.3 FM Santa María de las Misiones, expresó que “la gente tiene un concepto erróneo de que cuando hace frío no hay mosquitos, cuando en realidad hay mosquitos pero en menor medida porque lo que en realidad hace el frío es retardar la evolución de los estadíos del mosquito no es que éste muere”.
Y mencionó como ejemplo que si tiene “un recipiente con larvas en febrero a temperaturas superiores a los 38 o 40 grados” esa larva pasará por los distintos estadíos de desarrollo en tan sólo tres días, sin embargo durante el invierno “el mismo recipiente con larvas con temperaturas de 3 a 4 grados” el paso por los distintos estadíos “va a tardar diez días”.
Además agregó que “durante el invierno no vamos a encontrar mosquitos en nuestro patio porque no les gusta el frío, entonces en vez de tenerlos en los patios como sucede en el verano, los vamos a tener en el interior de nuestras casas, por lo que es posible que encontremos mayor cantidad de mosquitos detrás de la heladera, debajo de la mesita de luz o de la cama durante la época invernal, por eso le decimos a la gente que en este período, que nosotros llamamos interbrote y va desde abril a septiembre-octubre es cuando más tenemos que redoblar los esfuerzos para poner en orden nuestros patios para que después de octubre en los meses de verano tengamos menor cantidad de adultos dando vueltas”.
“Los potenciales criaderos que eliminemos hoy” incidirán directamente en la menor cantidad de adultos que tendremos en el período de prebrote o de brote, “al mosquito no lo vamos a poder eliminar porque es natural que lo tengamos”.
Algo en lo que Zelaya hizo hincapié en que “tenemos que empezar a mirar en nuestros patios o en el interior de nuestras casas” y recomendó “tratar de cambiar el bebedero de nuestras mascotas por lo menos cada 48 horas, pero no sólo cambiarlo, sino que cuando vamos a hacerlo tenemos que limpiarlo porque la hembra de Aedes pega los huevos en los bordes de los recipientes, lo mismo se aplica para todos los recipientes que contengan agua, como por ejemplo los platos depositados debajo de las planteras. Tenemos que asociar agua y mosquito”.
900 toneladas de cacharros
Al ser consultado acerca de la cantidad de cacharros retirada en los operativos realizados, Zelaya manifestó que “de enero a mayo habíamos retirado casi 750 toneladas y en estos últimos dos meses llegamos a las 900 toneladas de cacharros en desuso”.
“Hay lugares a donde vamos, eliminamos el cacharro y hay gente que los acumula nuevamente, pero también hay lugares donde la gente entiende que eliminar es lo mejor no solamente para ellos sino también para quienes viven alrededor”, agregó.
Además, el funcionario explicó que actualmente el municipio cuenta con 400 ovitrampas en 200 hogares que posibilitan realizar un seguimiento exhaustivo de la presencia aédica en la ciudad todas las semanas. Estos datos son fundamentales para diagramar acciones de descacharrización o fumigación según la necesidad de cada zona.