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Muchos crecieron escuchando un antiguo refrán que dice “martes 13, no te cases ni te embarques y de tu casa no te apartes”. Se respetaba a rajatabla, como la superstición de no pasar por debajo de una escalera y otras tantas.
Según se sabe, en las culturas hispanas, entre las que se cuenta Argentina y casi todo el resto de América Latina, el martes 13 es un día de mala suerte, porque “Marte es el Dios romano de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Además, la leyenda dice que un martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel”, según las leyendas y supersticiones que se fueron transmitiendo a través de los años incluso sin saber por qué. De hecho, también por creencias, se inicia el mes de agosto tomando tres tragos de caña con ruda para ahuyentar los malos augurios y las “pestes”.
Sin embargo este martes 13 de agosto tres parejas en Posadas decidieron desafiar la superstición y unir sus vidas en matrimonio. Dos lo hicieron en la Sala de Matrimonios del Registro de las Personas y una, Silvia y Raúl Núñez (ambos llevan el mismo apellido), en un club local, para seguir allí mismo con los festejos.
Mirta Jara, a cargo de la Sala de Matrimonios del Registro de las Personas, contó a PRIMERA EDICIÓN que “están derribando supersticiones, hubo tres matrimonios en total, ya no es como antes, tal vez generaciones anteriores pensaban que no era un buen día para casarse, pero ya en estos tiempos no lo ven de la misma manera. Es más, generaciones como la de mi nieto no saben siquiera que existe este tipo de creencia”, dijo.
Raúl Núñez y Silvia Núñez pensaron lo mismo, porque decidieron unir sus vidas en este día, “no porque sea martes 13, sino porque nos comprometimos hace seis años un 13 de agosto y decidimos casarnos el día de nuestro compromiso, por casualidad cayó justo martes. Nosotros nos conocimos en agosto de 2013, nos comprometimos en agosto de 2014 y ahora nos casamos en agosto también”, explicó Raúl Núñez a PRIMERA EDICIÓN. Casualmente, la ceremonia estaba pautada para las 13.30, aunque se retrasó un poco.
Sin pensar en malos augurios, sino en el amor que se profesan, Raúl y Silvia festejaron su unión rodeados de familiares y amigos en un día soleado y brillante, como esperan que sigan siendo sus días, ahora como casados.