A nivel mundial, enfermeros han encontrado un gran porcentaje de pacientes que padecen heridas crónicas relacionadas al encamado en instituciones de salud, que les imposibilita moverse de manera independiente.
En Posadas, la experiencia clínica de docentes y graduados de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM permitió visibilizar problemáticas y situaciones. Fue así que a raíz de diversas motivaciones nació el proyecto de investigación denominado “Nuevo paradigma: lesiones relacionadas a la dependencia en una institución de salud de gestión privada”.
El licenciado en Enfermería y codirector del proyecto, Miguel Martínez, comentó que “elegimos atender esta problemática en especial con la intención de lograr lo que se anhela desde siempre que es vincular la docencia con el servicio”.
Asimismo, aclaró que “los graduados batallan este tipo de situaciones todos los días, con el equipo de investigación se colabora en tener actualizados los conocimientos para poder prestar un servicio de mayor calidad y menor riesgo”.
En materia del cuidado del paciente, los ejes centrales del protocolo consisten en la nutrición; el cuidado de la piel en la higiene, la disminución de la presión y la movilidad.
Con la aplicación del mismo, se logra que el paciente reciba la mejor calidad de atención de acuerdo al riesgo con el que ingresa a la institución de salud. A partir de allí se establecen los cuidados específicos para evitar que se generen las lesiones o disminuir el grado de las existentes.
Para esto, se deben utilizar colchones especiales, mantener la piel higienizada, programar movilizaciones y evaluar paulatinamente la nutrición.
Úlceras por presión
“Las úlceras por presión son conocidas comúnmente como llagas o escaras y se las denominan lesiones relacionadas con la dependencia. Aparecen en personas que presentan factores de riesgo como la inmovilidad, que hace que la presión sostenida sobre un punto genere lesiones cutáneas que se profundizan en distintos grados y hasta pueden llegar a los huesos”, explicó Martínez.
“Las úlceras por presión son evitables en un 95 por ciento; en los casos en que no se pueden evitar se disminuye la graduación, en vez de llegar a un grado 4 se frenan en grado 1 o 2”, aclaró.
El protocolo se está aplicando desde julio de 2019 en una clínica privada de Posadas, la primera en la provincia en llevar adelante este tipo de protocolo, con el que ya se avanzó en la prevención de las lesiones y en la disminución de los riesgos.
Pasos a seguir
A medida que se aplica el protocolo “se realizan estudios de terreno y mediciones, además de la constante actualización de conocimiento de los enfermeros, con el objetivo de observar el impacto y reducir la tasa de prevalencia de úlceras por presión”, especificó Miguel Martínez, que además es magíster universitario en Gestión Integral e Investigación de las Heridas Crónicas por la Universidad de Cantabria, España.
El paso siguiente es demostrar a las autoridades que con esas medidas se ven beneficiados los pacientes, la institución, los enfermeros y la comunidad en general, a partir de ahí, tratarán de repetir la experiencia en hospitales públicos de la ciudad y en un futuro en toda la provincia.
“Creemos que es un logro muy importante para la comunidad, que demanda una enfermería de alta calidad según exige la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud en los últimos documentos enviados a raíz de que el 2020 será el año mundial de la enfermería”, concluyó Miguel Martínez.