
Los resultados de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) cambiaron el mapa político en el país y también generaron una situación social y financiera del país más complicada para lo que resta del año.
En el lapso de pocas horas la divisa estadounidense llegó a valer unos 60 pesos argentinos; además el riesgo país se duplicó. Esto conllevó a que el presidente Mauricio Macri anuncie una serie de medidas temporales. Algunos políticos consideraron que son decisiones paliativas para los sectores afectados por la inestabilidad cambiaria. Sin embargo, otros afirmaron que “sólo se trata de una iniciativa con tinte electoral, ya que busca recuperar votos”.
Economistas y especialistas consultados por PRIMERA EDICIÓN analizaron el panorama para los próximos cuatro meses en el país, luego de una semana marcada por una crisis financiera.
En este contexto, el economista Christian Buteler consideró que “lo que pasó se debe a que Argentina tiene una economía muy débil”. “Venimos de una crisis desde el 2008 de la cual no nos pudimos recuperar”, precisó. De esta manera, el lunes pasado, luego de los resultados de las PASO que nadie esperaba, el mercado sufrió una sacudida”, manifestó el economista.
Según su opinión “se debió a que los inversores cuando hacen sus inversiones suelen plantear distintos escenarios y la verdad es que nadie había pensado en una derrota electoral con la diferencia que vimos”, dijo el analista financiero.
Buteler detalló que “eso se suma a que, durante la campaña, el Gobierno estuvo incitando a que ‘si yo no soy elegido llega al caos’, y bueno eso ocurrió”.
El conjunto de todo esto “hizo que tengamos un pésimo arranque de lunes donde todas las variables financieras se dispararon mal, el riesgo país, el dólar, la bolsa, acciones argentinas que cotizan en Estados Unidos, todo realmente. Comenzó una venta de activos argentinos, no importa cuáles fueran, tenías que salir para evitar la caída. Martes y miércoles hubo algunas mejoras tenues, pero no fueron la gran cosa”, manifestó.
En cuanto a la variación del tipo de cambio, el economista afirmó que “se necesita un Banco Central más fuerte y decidido en la toma de decisiones, en formas más agresivas para detener el aumento del valor del dólar”. Ante esto, sentenció que “dicha variabilidad conlleva a un impacto directo en precios, aumento de la pobreza, pérdida de salario real; entonces es ahí cuando se necesita una mayor decisión para poder calmarlo. Está bajando un poco con normativas que tomó el Banco Central, pero debería ser más agresivo”.
Consultado sobre las medidas que anunció el pasado miércoles el presidente Mauricio Macri, con el objetivo de llevar alivio a los trabajadores y PyME, Buteler dijo que no le parecieron mal debido a que “son medidas que apuntan a suavizar lo que provocó el lunes pos elecciones, pero tampoco son muy fuertes para defender a la gente”.
“Si vos seguís con el dólar devaluándolo, cuando la persona siga cobrando dos mil pesos, que es lo que teóricamente estaría cobrando de bono el empleado, los precios seguirán subiendo y así se licua totalmente el beneficio, y el trabajador termina de la misma manera. No me parecen malas las medidas; acá hay que estabilizar, en principio, el tipo de cambio”, sostuvo.
En este sentido, manifestó que “si bien es difícil volver a un dólar a 45 o 46 pesos, podemos acercarnos más a los 50 pesos”. “A 46 pesos tampoco estaba barato, se escuchan a empresarios pedir más aumentos del dólar porque lo consideraban atrasado. Estaba en un equilibrio y se podía trabajar con la industria, ahora estos valores son de pánico. Lo que pasa es que todo tiene que ver con lo político. Si el mal ambiente político escala, junto a un presidente que ya perdió y que no tiene poder de decisión en parte del mercado, la situación podría ponerse más grave y seguiría devaluándose la moneda. Por eso digo que este tipo de movimientos hay que pararlos cuando inician”, señaló.
De octubre a diciembre
En este contexto, Christian Buteler observó que “de acá a diciembre quedó larguísimo el trayecto”. “Creo que nos depara incertidumbre, esa la palabra que mejor define a los próximos cuatro meses. Vamos a estar a la deriva con la política. Si los dirigentes están a la atura de la circunstancia y logran armar un traspaso ordenado como corresponde a cualquier democracia en todo el mundo, y no te digo que vamos a mejorar porque estamos en una situación complicada, pero por lo menos que no se empeore”, advirtió.
A la vez, el analista aseveró que “lo principal acá es ganar gobernabilidad, que esto no se les desmadre, evitar un rebote inflacionario, una corrida bancaria y cambiaria, acá lo que se tiene que lograr es armar una transición ordenada como corresponde en todas las partes del mundo”.
Diálogo y fundamentos
El licenciado en Comunicación Social de la UBA y con un doctorado en Estados Unidos, Damián Di Pace, compartió su opinión sobre la devaluación del peso con este Diario y apreció que “el precio del dólar en el mercado local no lo define lo que diga una persona sino el comportamiento de miles. Es decir, la demanda”.
“Hoy tenemos un tipo de cambio que responde a situación de incertidumbre política más que a las razones que tenía su retraso anterior cuando partía de 5 pesos. Si bien Alberto Fernández expone que es candidato a presidente a esta altura por el nivel de votos que sacó, el mercado también espera diálogo con el Presidente más allá de una llamada telefónica y ver cuál sería su plan económico en, al menos, cinco fundamentos”.
Y enumeró: “1 – Pagar deuda externa y refinanciar FMI; 2 – Compromiso reducción déficit fiscal; 3 – Administración de mercado de cambios futuro; 4 – Reducción Tributaria en forma gradual del sector privado; y 5 – Cero emisión para financiar el gasto”, sentenció.
Asimismo, Di Pace subrayó que “el pase a precios de este dólar ya se está dando con al menos tres restricciones importantes”. Entre estos, nombró que “los precios suben en un contexto donde la demanda cae”. Además, “la pérdida de poder adquisitivo por esta devaluación y suba de precios intenta ser compensada por el Gobierno con las medidas ‘de ayer’ que puede ser erosionado rápidamente si no se logra la calma cambiaria; y por último, la suba de precios es más rápida y directa en bienes durables como electrodomésticos, en alimentos y bebidas”, precisó.
“La gente lo que quiere es salvarse”, dijo Knass
Por su parte, el economista misionero Guillermo Knass también se refirió a la situación actual del país, y la comparó con la economía durante el gobierno de Raúl Alfonsín. “Cada proceso es único, el más comparable es del año 89, por el tipo de moneda. En el 2001 la crisis fue sin inflación, y con una economía totalmente dolarizada. Ahora está parcialmente dolarizada, igual que en el 89 y está pasando esto de que el Banco Central ya no tiene control y se le está disparando la emisión monetaria. Esperemos que no termine así”.
En diálogo con el programa El Aire de las Misiones por la FM 89.3, Knass, indicó que “estamos en una situación de transición y de incertidumbre. Y ante la incertidumbre en la Argentina, todo el mundo corre a comprar dólares”. Resaltó de este modo, que “el problema hoy es el precio del dólar”.
Con respecto al congelamiento del valor del combustible, ratificado el pasado viernes por el Ejecutivo nacional, Knass se sorprendió porque “un producto que vale dólares, es muy difícil que puedas congelarlo”, adujo.
Aseguró, además, que a este fenómeno lo llaman “distorsión de precios relativos”, y que “cuando tenés una inflación alta, no podés congelar un producto, porque queda tan barato a lado de los otros que lo que hace es que, el productor no lo venda más porque si lo vende se funde”.
En este sentido, destacó que “hablar de congelamiento, y sobre todo congelamiento parcial, es patear el problema para adelante y no creo que nadie se lo acepte”.
Retomando el tema dólar y el salto abrupto de precio que se dio en los últimos días, el economista opinó que “lo que se necesita para tener estabilidad es que la autoridad monetaria tenga reputación. Si la tiene, o sea si la gente cree, entonces la gente se queda tranquila y no corre a comprar dólares. En este momento no tiene reputación la autoridad monetaria”.
“El problema de esta incertidumbre es que la gente no mira si está barato o caro, lo que quiere es salvarse. Es el ‘sálvese quien pueda’, y no le importa si mañana vale 100 pesos, va a seguir comprando porque sabe que desesperadamente lo que tiene que hacer es llegar con 1 dólar al menos al 10 de diciembre”, declaró.
Con respecto a las decisiones económicas que beneficiarían a las Pequeñas y Medianas Empresas, Knass resaltó que “esta medida a lado de la inflación que va a haber, yo lo veo como poco”.
Explicó que cuando se devalúa fuerte una moneda, los precios no aumentan de golpe de un día para otro. “Acá en promedio, pero en épocas tranquilas, tarda siete meses. Según los datos del martes, hubo productos que aumentaron un 15% en un día, no tardaron siete o cinco meses”, dijo. “Entonces realmente la inflación, bien medida, de agosto puede terminar siendo bastante complicada”, agregó.
“Las hiperinflaciones se producen de una manera irracional. No hay un argumento para que termine produciéndose una hiperinflación”, concluyó el economista local.
Claudio Lozano: “Pareciera que pretende llevarnos al abismo”
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el economista y referente nacional de Unidad Popular, Claudio Lozano, manifestó duramente que “estamos en presencia de un presidente un tanto contradictorio” , que “amenazó a todos los argentinos, sobre todo a aquellos que no lo votaron, respecto a que si se votaba por una opción que el catalogaba como populista, el resultado era prácticamente que la Argentina caminaba hacia el abismo”, y que luego “apeló a un conjunto de medidas que viéndolas, en general, desde la óptica que él suele tener, son medidas también de carácter populista, con lo cual en la práctica pareciera que pretende llevarnos al abismo”.
Asimismo, el coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas se refirió a los resultados de las PASO, diciendo que “el Gobierno no hace otra que tratar de ver de qué manera puede mantenerse en una estrategia electoral que le permita replantear la votación vivida el domingo pasado”.
E indicó que “no asume que la mayor parte del pueblo argentino ya le dijo que su período terminó, que efectivamente no hay consenso para avanzar en un rumbo como el que este Gobierno pretende y que lo que debería hacer es tratar de gobernar para garantizar la transición más ordenada posible en lugar de seguir haciendo estrategias que francamente no conducen a ningún lugar”.
Respecto a las medidas anunciadas por el Presidente el pasado miércoles, Lozano las caracterizó como “absolutamente insignificantes respecto a lo que se supone que quieren lograr”, y que “primero llegan muy tarde, en segundo lugar son absolutamente insuficientes, porque la caída del poder adquisitivo que se vivió desde comienzos del 2015 hasta hoy, supera por largo lo que eso se está planteando, y en tercer lugar, porque el propio salto cambiario que se vivió a partir del día lunes, prácticamente tiene un impacto ya en precio de aproximadamente un 10% en la tasa de inflación”.
“Lo que hay, simplemente son refuerzos por uno o dos meses, pero no hay aumento de los niveles salariales de trabajadores privados o estatales y tampoco aumento del valor de la asignación”, y “lo único que en todo caso se sabe que va a aumentar, es el salario mínimo”, agregó.
Respecto a este último ítem, expresó que “hoy el salario mínimo calculado de acuerdo a los componentes de la canasta de un trabajador soltero, sin carga de familia no debería bajar de los 25 mil pesos, 25 o 26 mil. Hoy está en 12 mil” y que por lo tanto, “habría que duplicar el salario mínimo para llevarlo a los niveles que, en todo caso, necesitaría en función de la situación de precios que tenemos en la actualidad”.
Resaltó que las medidas de Macri “son contradictorias con el plan general del Gobierno, con el acuerdo con el FMI, y por lo tanto esa contradicción, más la inconsistencia e incoherencia que tienen, hacen que en realidad sean peligrosas en este contexto”.
Según su punto de vista “unas medidas de esta naturaleza requerirían de una estrategia productiva asociada, un nuevo marco regulatorio sobre el funcionamiento cambiario y monetario y nada de esto es lo que este Gobierno está haciendo”, finalizó el economista.

“Dos grandes problemas”
Lozano indicó que los problemas que están generando la situación de inestabilidad en la Argentina, son básicamente dos. “El primero, el país desde comienzos del año 2018 se encuentra en una situación de cesación de pagos encubierta. Es decir, desde ese momento en más, Argentina paga su deuda con los dólares que le da el Fondo Monetario Internacional. En realidad no tenemos dólares para pagar la deuda y el Gobierno lo que hizo fue patear esa cesación de pagos hacia la próxima etapa gubernamental concentrando más de 160 mil millones de dólares de deuda en los años siguientes”.
“El otro punto central es la bomba de tiempo que va acumulando el Banco Central sobre la base de comprar reservas con deuda de corto plazo, pagando tasas astronómicas para las famosas Leliq, y que va acumulando una deuda absolutamente impagable en un contexto donde los capitales entran y salen como se les antoja, y por lo tanto en cualquier momento eso nos termina produciendo una nueva corrida cambiaria respecto a la ya vivida”, manifestó Lozano a este Diario.