
¿Qué más se puede decir que no se haya dicho antes de Agustín Da Silva? La máxima promesa del atletismo misionero lo hizo de vuelta. Ayer, en el cierre del Campeonato Nacional U23 de Rosario, el obereño volvió a ser protagonista y se colgó un nuevo oro, esta vez en los 5 mil metros. Hace menos de un mes, se había coronado por tercera vez consecutiva en los diez mil del Nacional de Cross Country. No le da descanso al podio.
“Estoy muy contento, no se imaginan la alegría de poder correr esta distancia en menos de 15 minutos. Esta es la segunda vez que lo hago, vengo entrenando desde hace 5 años para lograrlo. Era una marca por la que luché mucho”, le dijo ayer Agustín a EL DEPORTIVO, en medio de los festejos, con la satisfacción de la meta alcanzada y la humildad que lo caracteriza desde siempre.
El misionero, actor principal de una vida de película que lo tuvo trabajando en los yerbales de adolescente hasta que el deporte cambió su destino para siempre, recorrió los 5 mil metros en la pista Jorge Newbery del Parque Independencia de Rosario en 14m54s86/100. Sacó así una ventaja de casi 26 segundos a su escolta, el tucumano Leandro Lazarte. El santafesino Lautaro Bruzzoni completó el podio.
“Tuve una carrera excelente, a pesar de que había mucho viento en contra. Salí ‘tirando’ de entrada, a correr siempre adelante, y me pude despegar del grupo. El viento en contra te juega y también ir primero, porque no tenés nadie a quien seguir. Mi idea era bajar los 15 minutos y lo logré, me sentí con muchas fuerzas. No te imaginás la alegría que tengo”, sintetizó el atleta del centro provincial.

Claro que detrás del éxito hay toda una historia de esfuerzo y sacrificio que pocos conocen. Es que, como sucede en todos los deportes que llevan registros de tiempo, bajar un segundo es todo un desafío. Y Agustín lo sabe: desde hace 5 años venía entrenando para lograr bajar los 15 minutos en la prueba de 5 mil metros.
“Después de cinco años de entrenamiento se están dando las marcas. En estos cinco años, sólo paré dos semanas por una lesión. Es mucho el trabajo y el esfuerzo, por eso la alegría que tengo. La felicidad es enorme”, subrayó Da Silva.
A la hora de los agradecimientos, el crack misionero no quiso olvidarse de nadie. “Quiero agradecer al Ministerio de Deportes, a la Municipalidad de Oberá y a mis esponsors, El Gourmet del Pollo, la frutería y verdulería Bergkamp, la frutería Emanuel, a mis profes, a todos los amigos del barrio Caballeriza y a mi familia”, sintetizó el nuevo campeón nacional, quien emocionado resaltó: “Este triunfo, de corazón, va para mi tierra, va para todo Misiones y para Oberá”.
Da Silva completó así la vitrina de los 5 mil metros que había iniciado con el oro en el Nacional U-20, en 2016. El obereño parece no tener freno y sueña en grande. “Para entrar a un Panamericano están tirando marcas de 14.20 o por ahí, así que ahora, a seguir trabajando y soñar que se dé todo eso en los próximos años”, cerró. Ojalá así sea.
También ayer, en los 5 mil metros reservados para las chicas, la puertorriqueña Gisela Seewald se quedó con el sexto puesto, mientras que en salto en alto, Gastón Benítez logró la cuarta ubicación. Fue un fin de semana especial para la delegación misionera, que sigue sumando a nivel nacional.