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La primicia de PRIMERA EDICIÓN publicada durante la tarde de este sábado en este portal digital paralizó y sorprendió incluso a las hermanas y demás familiares de la víctima fatal, como también a la totalidad del conmocionado pueblo a 50 kilómetros de la capital provincial.
Pocas horas después de la segunda marcha realizada por vecinos reclamando pronta justicia el viernes a las 20 hasta la comisaría de calle Amadeo Bonpland y Juana De Reca, se realizaron los procedimientos encabezados por el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón (subrogante en agosto del Juzgado 2). Las órdenes fueron precisas y surgieron de la tarea de investigación de la Dirección Homicidios, detener a todos los efectivos de la comisaría que durante la noche del viernes 23 y madrugada del sábado 24 de agosto estuvieron de guardia.
La primera sospecha recae sobre un oficial de servicio de la dependencia policial, de 32 años y sobre quien los datos logrados lo ubicarían en la zona del crimen , con la camioneta de patrulla de la seccional.
De los siete uniformados, fuentes confiaron a este Diario, dos son oficiales, los restantes suboficiales, una mujer entre ellos, quienes ocupaban diversas funciones de guardia.
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En las viviendas de todos ellos se secuestraron las respectivas armas reglamentarias, pistolas nueve milímetros, que serán peritadas para determinar si corresponden, primero con la munición o plomo que mató a Víctor Márquez Dos Santos y el casquillo encontrado en el escenario de muerte, a un costado de la Escuela de Comercio 10, a unas quince cuadras de la vivienda de la víctima.
Según las mismas voces, testimonios comprometen al oficial de servicio señalado y su situación sería comprometida como autor material del asesinato, del disparo que le ingresó por el ojo derecho a Víctor y le quitó la vida en el acto.
El jefe de la comisaría de Santa Ana también fue relevado de su cargo, y se designó como interventor a Miguel Ángel Centurión, subjefe del Grupo de Intervención Rápida (GIR).
Las mismas fuentes adelantaron que todos los integrantes de la dependencia policial iban a ser reasignados en otras áreas una vez que la Dirección Asuntos Internos adelante los primeros informes sobre los sumarios que comenzaron a realizarse ayer por la tarde en Santa Ana.
Los pases a disponibilidad de los siete uniformados fueron anunciados rápidamente y como medida tomada por la Jefatura de Policía, para despejar cualquier elucubración sobre un posible entorpoecimiento o encubrimiento.
La medida permite que los funcionarios públicos puedan ser indagados por el magistrado de turno.
La comisaría fue allanada este sábado por la mañana y se secuestraron los libros de guardia respectivos donde constarían los horarios de movimientos de las patrullas y las comisiones que se habrían realizado horas previas y posteriores al homicidio del adolescente.
No se descarta nada
¿Cuál fue el motivo por el que Víctor Márquez Dos Santos fue ultimado de un disparo en la cabeza? Aún no fue determinado, pero se profundiza en que al menos uno de los siete policías arrestados participó en algún tipo de actividad ilícita que vinculó al menor de manera casual y desafortunada durante la madrugada del sábado 24 de agosto, cuando se dirigía a buscar a una amiga a su vivienda en la zona para acompañarla hasta la iglesia de la que son feligreses donde iban a cocinar un locro para vender en porciones y colaborar con las diversas acciones del culto evangélico que profesaban.
Hipótesis puestas sobre la mesa de los investigadores no descartan actividades de narcotráfico o contrabando de cigarrillos en la zona, que une el casco urbano de Santa Ana con la costa del río Paraná.
No se descarta que el efectivo apuntado se haya relacionado como “datero” de estas organizaciones delictivas o brindando “cobertura” para que, amparados por la madrugada, se transporten cargamentos ilegales desde la orilla del río y provenientes de Paraguay.
Vale remarcar que, por el momento, se aguardan las pericias de criminalística para determinar si alguna de las armas secuestradas, todas pistolas reglamentarias, coincide con el proyectil homicida.
También es pertinente apuntar que las indagatorias resultarían determinantes para esclarecer lo sucedido, si se trató de un caso de gatillo fácil o el estudiante secundario fue ultimado porque el destino lo puso en el momento y hora menos deseada.