La hidromiel o mead (por su denominación en inglés) se elabora a partir de la fermentación de la miel. Su producción se posiciona como una tendencia a nivel mundial y en Misiones se impone como una alternativa para las chacras misioneras.
El meadmaker y pionero de la actividad en la provincia, Fernando Brys, explicó los beneficios que trae aparejado esta desconocida bebida que tiene más de 5.000 mil años de antigüedad y era consumida por celtas, romanos y vikingos.
“Nosotros empezamos en un minifundio tabacalero y logramos cambiar el modelo de producción mediante la agricultura regenerativa que es algo que nos permite adaptar las tecnología con el fin de regenerar la selva”, explicó.
Y manifestó que “es un actividad de producción de productos no maderables de alto valor en la provincia de Misiones”. En este sentido, detalló que recibieron consultas de otros países para el desarrollo de esta actividad.
Actualmente, Brys elabora partidas limitadas del producto aunque pretende ampliar la producción a 10 mil botellas. “Tenemos que trabajar en el desarrollo de un protocolo porque no hay nada escrito. Nos fuimos a prender de los mejores enólogos del mundo para poder desarrollar esto y diseñarlo en Misiones”, manifestó.
Contó que el trabajo de “meadmaker” es tendencia mundial porque propone un modelo inteligente de producción.
“Se enfoca en el tipo de trabajo que se hace en la chacra y el factor de estacionalidad, que son dos problemas importantes en Misiones que se deben resolver”, precisó.
Nuevo modelo
Brys sostuvo que en el marco del debate por la producción de las tierras y la conservación del ambiente en Misiones, surge esta idea de crear un nuevo modelo productivo sostenible y sustentable.
“Este es un modelo industrial que te obliga a tener biodiversidad en las chacras”, sentenció. Reconoció que “la gente se dio cuenta que se puede trabajar de otra manera”.
“Ahora el problema no es preservar, el desafío agronómico en los próximos 40 años en Misiones es regenerar. Pero, para eso tiene que haber algo que genere rentas y ahí es donde se pone interesante porque no queremos más químicos; queremos regenerar el paisaje para lo cual tenemos que hacer algo distinto a lo que estamos haciendo, es decir, usar otros paquetes tecnológicos y crear nuevos productos para el mercado”, expresó.
En este contexto, el emprendimiento que lleva adelante en Leandro N. Alem, en un predio de 25 hectáreas, se presenta como un modelo productivo para áreas tropicales y subtropicales en todo Latinoamérica.
“Tiene que ser constructivo vivir en las chacras, no destructivo. Esto puede cambiar la historia de Misiones, es un modelo aplicable, replicable y escalable en cualquier lugar del mundo donde se tengan flores. Lo que estamos haciendo acá es visto en muchos otros países”, reveló.
En este aspecto destacó, además, que es muy importante el papel de la gastronomía. “Hubo un muy buen avance en Misiones en la incorporación de productos locales en la gastronomía misionera y esto ayuda mucho a la inserción de nuevos alimentos”, enfatizó.
A todo esto, consideró que a medida que se pueda avanzar en esto “se pueden lograr cosas muy bonitas en Misiones”. “Hay recursos, hay gente capacitada e interesada y oportunidades muy buenas”, concluyó.
Características
La denominación de hidromiel o mead (por su denominación en inglés) hace referencia a una bebida alcohólica procedente de la fermentación mediante levadura a partir de miel diluida en agua.
Por su composición, la hidromiel posee las propiedades nutritivas de la miel de abejas y tiene el valor agregado de las características enzimáticas propias de la fermentación que lleva su proceso.
• Existen diferentes tipos de hidromiel:
Seca: hecha con un bajo contenido de azúcar
Dulce: con alto porcentaje de azúcar
Espumosa: lo brinda una efervescencia propia
Gasificada: se proporciona una gasificación artificial
• El primer paso del proceso de producción es el hervido de la mezcla, luego el enfriado y la inoculación de la levadura, mayormente sin conservantes.
• La fermentación primaria es de un mes. La secundaria, de seis a ocho meses, para luego continuar con su clasificación y envasado.
• Es considerada como la primera de las bebidas alcohólicas que consumió el ser humano.