Desde hace algunos años en Misiones se trabaja en la idea de dar valor agregado a los frutos del bosque nativo. La actividad se concreta a través del programa de Uso Sustentable de Biodiversidad que se inició en 2015. En la tierra colorada se lleva adelante en la zona de la Selva Paranaense.
De esta manera, un grupo de 35 familias productoras elabora mermeladas, vinagres y otros subproductos a partir de la pitanga, jaboticaba, jacaratiá, guabiroba, mbocayá; entre otras.
Además, se trabaja con el palmito y la pulpa de éste; ya que por lo general lo que se aprovecha de la palmera es el cogollo.
En este sentido, las familias de la península de Andresito desde hace un tiempo aprovechan la semilla para comercializar en viveros productores de plantas ornamentales. “Lo que que se empezó a hacer a partir de la puesta en valor de los distintos frutos del bosque es la utilización de la pulpa”, contaron desde el Ministerio de Ecología de Misiones, quien ejecuta el programa.
La pulpa se encuentra alrededor de la semilla y se la extrae a través de una maquinaria que se diseñó para tal fin. El subproducto se usa para jugos helados, reposterías y gastronomía en general. Si bien se trata de otra especie y palmera, en Brasil se la conoce como açaí.
“Lo que se hace es tener un producto más para que los pequeños productores puedan tener otro ingreso”, explicaron desde la cartera.
Agregaron que “la idea es que en vez de desmontar para plantar yerba o realizar otras actividades comerciales; se conserve el monte y a partir de eso generar un ingreso”.
Para el buen desarrollo del programa, desde el Ministerio de Ecología procedieron a fortalecer el trabajo con las cooperativas y grupos de pequeños productores que llevan adelante el trabajo.
En este contexto, manifestaron que en el caso del palmito “se formó un grupo de mujeres se encargan de hacer la recolección del fruto y se despulpa”.
De esta forma, la pulpa se la utiliza para la producción de mermeladas; pero también se la comercializa de forma fresca.
A su vez, los productores siguen vendiendo la semilla. Si bien ya estaba en el mercado, recalcaron que “es importante e interesante potenciar esta parte porque sirve para enriquecer el monte con más ejemplares”.
Por otro lado, detallaron que “con la pulpa de palmito se está haciendo una experiencia piloto de mercado, porque el producto está en proceso de ser registrado por el Ministerio de Salud Pública de la Provincia”.
Comercialización y productos
El objetivo es que los consumidores cuenten con productos sustentables. Para ello, desde la cartera ecológica trabajan con dos grupos más de productores sumado a los de Andresito.
Por un lado, está Mujeres Soñadoras de Aristóbulo del Valle, que elabora mermeladas a partir de frutos nativos. Y, el otro se sitúa en San Pedro y hace vinagres de guabiroba, jaboticaba, caraguatá, sete capotes y pitanga, entre otros.
En lo que refiere a la venta, hay un stand en el aeropuerto de Posadas y en Puerto Iguazú se están por incorporar a los anaqueles los dulces y vinagres para que estén al alcance de los turistas.
Son considerados productos únicos, valiosos y artesanales, por lo cual son bien pagos.
Pretenden que se sumen más productores que tengan la intención de aprovechar el monte.