El aroma a flores se percibe ni bien se ingresa al patio principal del BOP 5. Y ha pasado lo mismo, cada septiembre, desde hace 30 años.
Con el paso del tiempo, alumnos y docentes afianzaron su tradicional evento de confección de alfombras florales en el primer colegio secundario de la Antigua Capital.
Así las cosas, el evento trascendió los claustros y desde hace dos años, tras la creación de la Dirección de Turismo Municipal, la actividad ya forma parte del circuito turístico que tiene el pueblo.
“Como se trata de una actividad que se desarrolla hace tres décadas, en la que fue, además, la primera escuela secundaria de la localidad, prácticamente la mayoría de los vecinos realizó una alfombra en la escuela en algún momento de su vida”, se enorgulleció la directora de la institución, Margarita Dziewa.
A su lado, Edita Mussard, docente de Ciencias Sociales Geografía, y creadora del proyecto hace tres décadas hizo una síntesis de la historia de la confección de las alfombras, desde las primeras hasta la actualidad.
La jornada combina varias cosas: los chicos trabajan el área artística, tienen que buscar los elementos naturales, donde hay un trabajo de grupo muy importante, ya sea para elaborar los diseños, recoger los materiales, ponerse de acuerdo qué van a hacer.
Hay una profunda interrelación de áreas, porque en las diferentes materias van desarrollando el proyecto que se ve culminado en la alfombra.
Cultivan su propio jardín
Aunque el proyecto lúdico y educativo se realiza en un solo día, generalmente a principio de septiembre, mes de la primavera, el trabajo lleva mucho más tiempo.
Inclusive, hay grupos que se vieron incentivados a cultivar su propio jardín para traer las flores. La tradición mandaba, en las décadas iniciales, que los estudiantes salieran a recolectar flores silvestres en los alrededores de la escuela donde abunda la vegetación. Con los años, y a causa del cambio climático, esa forma de trabajar se fue transformando al punto de cultivar las flores para el evento, por los colores requeridos en sus proyectos.
En el caso de no contar con lo necesario, algunos optan por pedir autorización a las familias que exhiben flores de colores en sus jardines. Otros directamente los compran y generan así un movimiento esperado por los floristas del pueblo.
“También estamos promocionando a nivel institucional la realización de jardines dentro de la escuela, en el marco del taller de jardinería de los cursos superiores, que de a poco están armando uno para la escuela”, explicó la directora.
“Además del entorno para disfrutar de la naturaleza y de las flores, los chicos tendrán un lugar para cultivar las flores de sus alfombras”, sostuvo Dziewa.
Un día singular
La jornada dedicada a la actividad primaveral es especial para la comunidad educativa, pero con la singularidad de que entre los realizadores se encontraba un grupo de egresados de la promoción 1992, quienes participaron en la primera edición del evento hace casi tres décadas. Pero no sólo por eso, si no porque hace 27 años, durante la confección de las singulares alfombras, alumnos de esa promoción crearon el logotipo del escudo que hoy identifica a la escuela, instaurado como tal desde esa fecha.
Mediante las redes sociales, ayer, lograron juntar a cerca de 25 egresados quienes realizaron su alfombra replicando ese escudo.
“Cuando surgió la idea del escudo no lo dudamos. A través de Facebook pudimos reunir a la gran mayoría de nuestros compañeros, y de seis que éramos, juntamos a 21”.
Desde las Islas Canarias
La realización de las alfombras florales es única en el país. No existe otra escuela secundaria argentina que lo haga. Un viaje a España, realizado por la profesora Edita Mussard hace 30 años sirvió para prender la idea en la escuela.
Mussard contó a este Diario que el objetivo del trabajo, iniciado en 1990 no se había planteado como algo duradero en el tiempo. Sin embargo, caló tan profundo entre los estudiantes que nunca más dejaron de confeccionarlas.
“Fuimos viendo muchos cambios en nuestro proyecto y uno de ellos, sin duda tuvo que ver con el calor y el cambio climático, pero la verdad es que eso nos desafió a ir mejorando año tras año”, recordó la docente a PRIMERA EDICIÓN.
“Durante 30 años la institución lo siguió haciendo, pese a mi ausencia, y ahora pudimos festejar un aniversario tan importante”, dijo.
El proyecto institucional también tiene un tinte a nivel localidad, ya que por ejemplo fue declarado de Interés Provincial y Municipal.
Más allá de lo lúdica, la jornada es competitiva. Cada división presenta su alfombra y hay tres categorías. Se establecen los puntajes a través de un jurado que evalúa el trabajo desde el inicio, el nivel de compromiso, desarrollo y la evaluación termina cuando los chicos limpian su alfombra.
Quien más puntos suma, se hace acreedor de un premio, que el año pasado consistió en un viaje a Iguazú.