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A través del decreto 601/19 publicado el pasado lunes 2 de septiembre en el boletín oficial nacional, el Gobierno de Mauricio Macri definió cambios en el esquema original de congelamiento de precio de los combustibles, por un lado, los mantuvo en estaciones de servicios, pero por otro, autorizó a las petroleras a realizar un incremento en el gasoil para compradores mayoristas, que abastece al campo, la industria y el transporte. Es así como el litro de gasoil quedó en promedio cerca de $52 para grandes compradores y en solo 45 para particulares que se abastecen en el surtidor.
A diferencia del combustible que se vende en las estaciones de servicio, en el canal mayorista el valor surge de la negociación de cada empresa con la refinadora que la abastece. En promedio, YPF aumento un 15% y entre las demás refinadoras el ajuste llega al 20%, como consecuencia de la flexibilización que introdujo el Gobierno.
Estas medidas ya están impactando en empresas de transporte público de pasajeros de la provincia, las cuales se ven obligadas a tomar medidas de emergencia como suspensión de líneas, modificación de recorridos y reducción frecuencias. Un caso concreto es el de la empresa Capital del Monte, de Oberá que ya ha difundido un comunicado informando acerca de “horarios de emergencia por falta de gasoil”.
Ante la consulta de PRIMERA EDICIÓN, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, confirmó que hay faltantes de combustible y que además, “es más caro para los mayoristas”.
Resaltó también que el congelamiento de precios es solamente para las estaciones de servicio, es decir para los consumidores finales, “no es para el transporte mayorista, ni para el consumo del agro ni de la industria”. Por lo tanto, al tener un precio más elevado, “hay problemas porque el transporte no quiere pagar ese precio”.
Asimismo, las estaciones que distribuyen combustible a gran escala, no dan abasto para cubrir la demanda. “El precio máximo que tenemos en las estaciones no nos permite aumentar el volumen”, dijo.
Por esta razón se establecieron cupos de ciertas cantidades semanales, “porque llegaba fin de mes y nadie tenía combustible”, indicó Jalaf.
“Es la consecuencia de todos estos congelamientos e incertidumbre que vive nuestro país. Son formas que alteran el normal desenvolvimiento de la economía y el público que es el que padece las consecuencias”, dijo. “Si las empresas quieren conseguir combustible deben pagar un precio mayor pero probablemente no lo quieran comprar porque tampoco le dan los números”, agregó.
Desconcierto empresarial
Sergio Prox, presidente de la Asociación Misionera de Empresarios de Transporte Automotor de Pasajeros, sostuvo en declaraciones a PRIMERA EDICIÓN que “estamos desconcertados los empresarios de transporte por esta medida de la Nación porque pagábamos el combustible a $42 cuando estaba $45 en surtidor. Ahora sigue $45 en surtidor y para nosotros que compramos al por mayor nos cuesta casi $52”.
“Si vamos a comprar al surtidor (al precio más bajo) tenemos cupo limitado, no nos pueden abastecer porque tienen cupo las estaciones de servicio”, dijo.
“Estamos muy afligidos. Yo tengo la opción de usar biodisel pero soy el único en Misiones que produce y utiliza biodisel, tengo producción propia, pero veo que la mayoría de las empresas está complicada”, dijo.
Aseguró que “las empresas grandes no están consiguiendo combustible en tiempo y forma para sus líneas”.
Rechazo empresario nacional
La Federación Argentina de Transportadores Por Automotor de Pasajeros (FATAP) envió una nota al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich manifestando su “enérgico rechazo al aumento del precio mayorista de los combustibles que consume el sector para el normal desarrollo de los servicios”.
Daniel Orell, presidente de la entidad, expresó que “cumplimos con el deber de transmitir la angustia y el padecimiento al que se no es sometidos permanentemente, más no por ello, seguimos creyendo que las cosas se pueden hacer bien si, realmente, se comprende la importancia de mantener un servicio tan sensible para la vida cotidiana de la gente y de las ciudades”.
“Lamentablemente por estas horas las petroleras están trasladando aumentos que son totalmente desproporcionados para la actividad del transporte público que si tiene los ingresos congelados. Se trata de incrementos cercanos al 25% para las compras de gasoil a granel”, manifestó el empresario misionero.
Otro agravante de la situación
Otro problema que agrava la situación es la fuerte bajante en el tramo sur del río Paraná que está afectando la navegación de barcos de carga que abastecen de combustible a las provincias del NEA, principalmente Misiones y Corrientes, así como a otras actividades y países.
La situación provoca que las empresas locales deban buscar el combustible en camiones y a mayores distancias, lo cual provoca desabastecimiento temporal.
“La bajante del río complica el abastecimiento desde Puerto Vilelas y Santa Fe, entonces los camiones deben venir desde Arroyo Seco o la refinería Dock Sud”, afirmaron los estacioneros de Corrientes.
En tanto, en el municipio de Ituzaingó los automovilistas cruzaron el fin de semana a Ayolas (Paraguay) para abastecerse, según indicaron los medios locales.