Los embotellamientos, la sobre población, la contaminación y las inundaciones son solo uno de los ingredientes del cóctel que ha convertido Yakarta, capital de Indonesia, en una urbe muy hostil, una característica acelerada por el aumento del nivel del mar, consecuencia del cambio climático.
Pero su problema más grave es que la ciudad se hunde a una velocidad de hasta 25 centímetros por año en algunas zonas, debido en gran medida a las precarias perforaciones del subsuelo realizadas por la mitad de su población, sin acceso a agua corriente.
Acumula tantos factores negativos que el presidente Joko Widodo ha decidido hacer oficial un viejo plan que se discutía desde hace décadas: crear una nueva capital en otro lugar de Indonesia. Así lo anunció a finales de agosto y será una nueva ciudad que comenzará a levantarse desde el próximo año en el este de Kalimantán (la parte indonesia de Borneo, isla compartida con Malasia y Brunéi).
El objetivo es que a partir de 2024 se traslade allí la parte administrativa de Yakarta (ubicada en la isla de Java), que se mantendrá como corazón financiero del país. Se espera que al menos un millón y medio de personas sean desplazadas inicialmente y que poco a poco acuda más gente, al calor de nuevas posibilidades de empleo.
La idea es atacar así la raíz uno de los graves problemas que asolan la ciudad capital: su superpoblación. Concebida para alojar a 500.000 personas cuando los holandeses la fundaron en el siglo XVII, la metrópolis supera ya los 10 millones, 30 si se incluye el área metropolitana. A su alta densidad poblacional se suma su geografía: ubicada en la confluencia de 13 ríos que se desbordan en época de lluvias.
A todo esto hay que sumarle que Yakarta no ha hecho nada significativo para mitigar los efectos del cambio climático, que le han afectado más que a otras ciudades costeras de Indonesia.
Con todo, el problema más grave es que la ciudad se hunde. “A un ritmo de entre 1 y 15 centímetros por año, lo que, unido a que el aumento del nivel del mar ha alcanzado los 8,5 centímetros debido al cambio climático, significa que el norte de Yakarta quedará sumergido en 2050”, advierte Leonard Simanjuntak, director de Greenpeace en Indonesia.
“El Gobierno ha llevado a cabo exhaustivos estudios, intensificados en los pasados tres años. Sus resultados muestran que la ubicación ideal para la nueva capital se sitúa entre el norte de la prefectura de Penajam Paser Norte y la de Kutai Kartanegara, en Kalimantán Oriental”, afirmó el presidente Joko Widodo
Entre los motivos para elegir el este de Borneo, el dirigente mencionó que esa isla no es foco de desastres naturales, como sí lo son Java —donde se emplaza Yakarta—, Bali o Lombok, sacudidas por tsunamis, terremotos y erupciones volcánicas en los pasados veinte meses. También apuntó que se halla cerca del centro geográfico del país (que cuenta con unas 17.000 islas) y que dispone de buenas infraestructuras.
Con la reubicación de la capital a unos 1.400 kilómetros de la actual, el Gobierno indonesio espera contribuir a diversificar la economía indonesia, reducir las agudas disparidades regionales y distribuir la población de forma más equilibrada; el área metropolitana capitalina genera ahora cerca de la quinta parte del PIB anual. Si el cálculo se extiende para incluir toda Java, donde viven dos tercios de los 264 millones de indonesios, la cifra se dispara hasta 58%.
(Fuente: El País)