Figuras que parecen cobrar vida, forman parte de la exposición “Sueños de Metal” de un artista sanvicentino que se dedica a reciclar moto partes en desuso en esculturas metálicas. La muestra es organizada por la Cámara de Comercio Industria y Turismo de San Vicente junto con la Secretaría de Cultura, Turismo, Educación y la Juventud en el marco de las celebraciones de la fundación de “Capital de la Madera” y el Santo Patrono. El evento se extenderá hasta el próximo lunes 30 de septiembre en la Casa de la Cultura y el Bicentenario de San Vicente con entrada libre y gratuita.
Una treintena de obras de arte se exhibirán en la Casa de la Cultura y el Bicentenario de San Vicente, en el marco de los festejos del aniversario de la ciudad y el Santo Patrono que es el 27 de septiembre. El artista es una persona que desde hace muchos años trabaja en la reparación y venta de moto partes. Los hierros en desuso lo transforman en esculturas metálicas con formas que copia de imágenes o bien los crea desde su imaginación.
La muestra se va a hacer desde el 17 hasta el 30 de septiembre. El creador de las obras quiere permaneces en el anonimato, pero usa el seudónimo de “Libra”. Viene trabajando desde hace muchos años en la reutilización de los hierros que quedan en desuso en su taller. Libra dijo a PRIMERA EDICIÓN: “Hace como treinta años que estoy reutilizando las piezas rotas de las motos que arreglo. No quiero tirarlas y que vayan a contaminar el medioambiente. Y para mi es como una terapia. Me tomo media hora, una hora por día y me dedico a soldar pieza por pieza”.
El escultor del metal toma distintas formas para hacer sus esculturas. Toma una forma de una imagen y trabaja en esa referencia así hizo esculturas con las formas de la famosa escultura “El Pensador de Rodé” o de un “Gremlin” esa historia de terror que se vio en el cine hace varias décadas. También toma formas de animales como ser serpientes, aves, mamíferos, insectos y mitológicos. También toma formas de personas como jugadores de fútbol, atletas o indígenas. Cada uno con un tamaño que él da según los fierros que tiene a su alcance.
Esta es la primera vez que el público va a ver sus obras de arte. “Libra”, como se hace llamar en su nombre artístico para permanecer en el anonimato, no las construyo para exhibirlas en público ni para venderlas. “Yo no hice esas cosas para mostrar, ni mucho menos para vender. Si yo quisiera venderlas, lo hubiera hecho hace años. Muchos de mis viajantes que vieron las esculturas ofrecieron llevarlas a cambio de dinero, pero me negué porque no lo hice para eso. Tampoco los quería exhibir porque a mí no me gusta la exhibición en público. Prefiero mantenerme en el anonimato”.
En un trabajo en conjunto entre la Cámara de Comercio Industria y Turismo y la Secretaria de Cultura, Turismo, Educación y la Juventud lograron convencer a “Libra” para que preste las obras de artes para la exposición. Sólo lo autorizo bajo una estricta supervisión de sus familiares y la responsabilidad de la integridad de las obras por parte de los organizadores.