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Cuando el reloj señalaba la 1 de ayer en la Argentina, la ultrafondista misionera Sandra Noemí Rolón (41) comenzó a hacer realidad su sueño, la de ser parte de la ultramaratón más antigua, famosa y exigente del planeta: el Spartathlon de Grecia.
Apostada entre los más de 400 corredores de todo el mundo, la eldoradense partió llena de expectativas e ilusiones desde los pies de la Acrópolis de Atenas, alentada por los otros argentinos que forman parte de la legión, por su esposo Daniel, y por el doctor Vázquez, quienes viajaron exclusivamente para ser parte de su atención personalizada en cada uno de los 75 puestos de asistencia que incluye una de las pruebas más exigentes del mundo.
La multicampeona nacional de ultra logró recorrer en la jornada de ayer los primeros cien kilómetros de la competencia, que se llevaron adelante por la costa hacia el Corinto, a través de Eleusis, Megara y Cineta. Al arribar al Canal de Corinto, la “Negra” consiguió pasar por los primeros seis más importantes puestos de fiscalización, sellando los 81 kilómetros de prueba.
Esos checkpoints son fundamentales para planificar los tiempos de cara a la segunda parte, ya que al pasar estos y llegar el anochecer, los organizadores de la prueba cuentan con las facultades para retirar a los atletas que estén fuera de los plazos horarios estipulados, además de los que presentan dificultades físicas.
El segundo tramo del Sparta comprende desde la Antigua Corinto, Nemea, Lyrkia y se dirige a los 159 kilómetros que alcanza a la cima del monte Partenio. Desde allí, continúa hacia el sur, por Nestani y Tegea, antes de llegar a la carretera principal de Esparta, justo antes de la marca de 200 kilómetros.
Vale recordar que la prueba comprende de un recorrido de 246 kilómetros y el plazo estipulado en cumplirlo es de 36 horas. Es decir, que para las 13 de hoy, Rolón cumpliría con el horario límite para cruzar la meta. Con cada edición que pasa, es mayor el porcentaje de atletas que logra cumplir con el desafío.
En la previa a la largada, Sandra le contó a EL DEPORTIVO que “esto es algo único, lo que siempre soñé y para lo que me preparé en todo el último año. Espero poder estar a la altura y atravesar la meta, en lo que será algo muy especial para mí a horas del Centenario de mi querida Eldorado”, destacó, tras lo cual agregó que “estando acá me di cuenta de la magnitud de la prueba y de por qué es la más importante. Los nervios me consumieron por momentos, pero la preparación fue óptima para encararla”.