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Eldorado transita los festejo por el centenario de la ciudad. Este viernes, Elena Schwelm, la hija de Adolfo Julio Schwelm uno de los fundadores, recorrió distintos espacios de la ciudad donde cada uno brindó un homenaje a su padre y lo que significó su trabajo para esta ciudad.
Elena Schwelm tiene 92 años y llegó a Eldorado acompañada de sus hijos, sus nietos y los nietos de uno de sus hermanos que ya no está.
La primera parada fue el Museo Adolfo Julio Schwelm, que es la antigua casa de su padre “yo estudiaba en Buenos Aires y venía a visitar a mi padre, esto está muy cambiado, pero tengo muchos recuerdos. Aquí mi padre recibía a los inmigrantes de distintos países que venían buscando un futuro mejor, se les entregaba tierras que debían pagar obviamente y mi padre los aconsejaba. Los pioneros de este lugar fueron muy meritorios, porque empezaron de la nada, lo bueno era que la tierra era de ellos. La obra de papá fue conseguir que la gente trabajara, eran casi todos extranjeros, estaban acostumbrados al sacrificio e hicieron de Eldorado una ciudad maravillosa”, dijo Schwelm.
Los hijos de Schwelm eran cuatro Adolfo Julio Carlos, Eduardo, Elena Beatriz y Arturo Miguel. De los cuales Eduardo y Arturo vivieron y fallecieron en Eldorado, según cuenta Elena. Incluso ella vino acompañada por dos de sus hijos, sus nietos y los nietos de Arturo.
Además, recorrió y entregó útiles y elementos deportivos en el Penal de Eldorado, donde la recibieron el personal y los reclusos que son parte del equipo de Rugby Los Toros, que está dentro de un programa de reinserción que incluye varios aspectos como terminar los estudios secundarios, aprender un oficio el mejoramiento personal del recluso, el cambio para que pueda volver a la incluirse socialmente al momento de recuperar la libertad.
Mariano Hernando, es le entrenador de Los Toros, y junto a los oficiales del penal y los jugadores le entregaron a Elena Schwelm una imagen de la Virgen del Rugby que está íntegramente tallada en madera, en este caso de cedro misionero, por los reclusos como parte del programa que llevan adelante. Además, esta imagen ellos la tallan y la envían al penal del país que lo solicite ya que es un símbolo del Rugby.