La fabricación de biomateriales es una iniciativa en auge en el mundo, debido a que muchos interesados por el impacto ambiental se motivan creando productos diferentes.
De esa manera, la misionera Verónica Bergottini, de 35 años, doctora en Ciencias Biológicas y licenciada en Genética, creó un biomaterial de origen microbiano que utiliza desechos de la industria yerbatera para fabricar collares, carteras y accesorios para ropa.
El material le permitió ganar el premio Embajadora 2020 del Programa Nacional de Emprendedores para el Desarrollo Sustentable (Proesu), del que participaron alrededor de 200 concursantes.
El material que obtuvo Bergottini se llama Tilex (tela de hilex, nombre científico de la yerba mate) a partir del cual ideó el emprendimiento llamado “Karu Mbegue”, nombre guaraní que significa “alimentarse”; y que genera el crecimiento de los microorganismos que sintetizan el material.
Según contó a la agencia de noticias Telam, “en Misiones me aboqué a realizar investigaciones relacionadas con la yerba mate, específicamente sobre inoculantes”. Con ese proyecto “fui a Suiza por nueve meses pero me quedé por cuatro años”, agregó.
En Suiza, logró apoyos para investigar porque además, “se valoró que trabajara con un producto que tiene que ver con mi origen y porque siempre la idea fue volver y aplicar en mi país lo que aprendí”. En relación a esto, cuando regresó decidió estudiar algo artístico: comenzó con diseño de moda en la Escuela Argentina de Moda.
“Descubrí la biotecnología aplicada a la moda y al arte, y vi el potencial del negocio. Comencé a practicar en casa técnicas de biofabricación. Obtuve los primeros materiales a partir de la yerba mate y la stevia, y los teñí con pigmentos naturales”, explicó Bergottini.
“La moda y el diseño están buscando desarrollos innovadores con producción circular, es decir, productos de residuos del agro, para darle un valor agregado y aplicarlo al talento de los creadores”, concluyó la científica.