“Lo más importante es quitar un poco el estrés en la población, porque el cáncer de tiroides tienen un muy buen pronóstico. Más del 97% de los pacientes se va a curar con un tratamiento adecuado. Y desde la Asociación Argentina de Cirugía lo que queremos es que la gente se revise el cuello”, explicó el médico especialista en oncología quirúrgica Eduardo Ignacio Uhrlandt en diálogo con Primera Plana que se emite por la FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El cáncer de tiroides es el quinto cáncer más frecuente en las mujeres y prevalece en un grupo de mujeres relativamente jóvenes, entre 20 y 45 años, en ese grupo etario es el cáncer más frecuente.
Uhrlandt destacó que, en los últimos años, en parte debido a que los controles son cada vez más precisos “lo que ha aumentado es la cantidad de cáncer que se ha detectado y esto se debe al uso intensivo de la ecografía diagnóstica, la ecografía en manos experimentadas y con los aparatos de mayor precisión detecta nódulos que hasta el momento no eran detectables, porque son de 4 milímetros, 6 milímetros”.
Por otra parte, el médico oncólogo destacó la importancia de realizar un tratamiento diferenciado: “Lo que uno recomienda es que vayan a un médico, que les palpe el cuello. Ante la duda van a hacer una ecografía con nódulos en los tiroides deberán consultar a un endocrinólogo y ese médico de acuerdo a las características del nódulo va a recomendar o no hacer una punción con aguja fina y de acuerdo al resultado, uno de cada diez nódulos son malignos o sospechosos, en ese caso se tiene en el caso de que sea maligno está indicada la exploración quirúrgica”.
En relación, al diagnóstico y cómo pedirlo afirmó que “ahora nosotros hablamos a la población, pero también damos cursos y consensos donde existen otros médicos”. Y agregó que “los nódulos a veces no son palpables y pueden ser malignos, la ecografía es un método mínimamente invasivo, no es invasivo por el cuerpo y hay que buscar nódulos. Los nódulos no tienen que causar angustia, pero sí en manos entrenadas de un médico endocrinólogo decir cuál de ellos hay que punzar, un poco ese es el mensaje”.
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Según explicó el miembro de la Asociación Argentina de Cirugía (MAAC) y médico de planta de la División Cirugía Oncológica del Hospital de Clínicas, “en caso de que el nódulo sea maligno, hay posibilidades de curarse. Soy cirujano oncólogo y me toca bailar con la más fea. Y con lo que uno podría elegir es un cáncer de tiroides, porque si bien es un cáncer, tiene posibilidades de metástasis, esos ganglios son del cuello y en estos casos la cirugía puede curar al paciente, la cirugía sacando las tiroides y vaciando los ganglios del cuello es curativa”.
“Antes a la mayoría de los pacientes se les hacía tratamiento yodo radioactivo y hoy como los tumores que se operan son de menor tamaño, son menos agresivos y cada vez es menos frecuente la indicación de yodo, es decir con una cirugía el paciente se cura. La diferencia y el pronóstico bueno es que la posibilidad de metástasis a distancia es muy -muy- baja, por eso los pacientes pueden curarse sólo con la cirugía”, detalló.
Sobre quiénes pueden padecerlo, el especialista señaló que si bien es un tumor que aparece en forma esporádica en cualquier paciente de cualquier edad es 3 a 1 más frecuente en mujeres, “el rango etario más frecuente es desde los 25 a los 45 años y por supuesto, si tuvieron antecedentes de radiación en la infancia, por ejemplo, un chico o una chica que a muy temprana edad fue radiada en el cuello por alguna patología, ellos tienen también el riesgo más aumentado”.
“En general el cáncer de toroides es asintomático causa síntomas, por supuesto, cuando crece y cuando comprime estructuras, puede comprimir algunos nervios en el cuello y generar trastornos en la voz, pero generalmente es asintomático”, explicó Uhrlandt quien describió cómo son los síntomas más probables para el diagnóstico “un bulto que se ve en el cuello y alguien lo empieza a estudiar y lo punza para determinar que es un caso de tiroides o es un hallazgo en una ecografía. Ya que a veces no se pide por una tiroides, se pide porque están estudiando ganglios del cuello o una arteria carótida y ahí se diagnostica una tiroides y se empieza a estudiar”.
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Si bien los nódulos tiroideos son muy frecuentes, sólo uno de cada diez terminan siendo diagnosticados como cáncer de tiroides, y dos de cada tres casos ocurren en mujeres, pero es mucho más frecuente el hipotiroidismo en esa zona, “es mucho más común la enfermedad tiroidea y la más común de todas es el hipotiroidismo, es un tema que no se trata con cirugía y que se puede resolver perfectamente con un buen endocrinólogo o con levotiroxina. El cáncer de tiroides es frecuente, pero es mucho más frecuente el hipotiroidismo”.