La investigación, liderada por científicos españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en colaboración con un equipo de la Universidad de Rockefeller de Nueva York (EEUU), demostró que después de un año de tratamiento con dabigatrán, los animales no experimentaron pérdida de memoria ni disminución en la circulación cerebral.
Además se observó que esta terapia disminuía la inflamación cerebral, el daño vascular y reducía los depósitos del péptido amiloide, signos típicos del Alzheimer.
El estudio combina técnicas fisiológicas y moleculares para demostrar que la anticoagulación a largo plazo con dabigatrán mejora la patogénesis del Alzheimer en ratones.
Marta Cortés Canteli, investigadora “Miguel Servet” del CNIC y responsable del estudio, destacó la necesidad de desarrollar terapias combinadas e individualizadas dirigidas a tratar los diferentes mecanismos que contribuyen al Alzheimer.
“Ahora sabemos que el uso de tratamientos anticoagulantes orales podría resultar eficaz en aquellos enfermos de Alzheimer con tendencia pro-coagulante. Retrasar la aparición de la patología, aunque sea unos años, supondría un aumento en la calidad de vida de los enfermos y tendría un impacto importante en el número global de personas que sufren esta enfermedad“, explicó Marta Cortés Canteli, investigadora “Miguel Servet” del CNIC
Valentín Fuster, director general del CNIC y coautor del trabajo, dijo que “las enfermedades neurodegenerativas están profundamente ligadas a la patología de los vasos cerebrales”.
Acerca de la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. Se trata de un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades diarias.
Comienza lentamente: primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad.
Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitarán cuidados totales.
El Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la persona envejece y el riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.
Hasta ahora, ningún tratamiento pudo detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren. Este tipo de demencia afecta a más de 30 millones de personas en el mundo y está asociada a una disminución en la circulación cerebral, de manera que las células del cerebro no reciben todos los nutrientes y oxígeno necesarios, y mueren.
Acerca del dabigatrán
El dabigatrán es un anticoagulante de la clase de los inhibidores directos de la trombina. Actúa evitando la formación de coágulos de sangre en el cuerpo y se usa principalmente, para tratar trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.
Fuente: Agencia Nacional de Noticias Télam