La ONU cerró esta etapa bajo la promesa de que no abandonará a Haití: la misión de paz será reemplazada por otra de carácter político. El organismo internacional instaló misión de paz (Minustah) en 2004, una operación que fue sucedida en 2017 por la Minujusth, cuya vigencia terminó el martes después de haber sido extendida por una prórroga de seis meses en abril.
La salida de la ONU se concretó en momentos en que Haití entra en su quinta semana consecutiva de protestas contra la figura del presidente Moise. Muchas de esas protestas derivaron en saqueos, otros actos vandálicos y muertes, en medio de la hambruna, la falta de combustibles, la corrupción y la inseguridad en la que se desenvuelve unos los países más pobres del mundo.
Esta crisis tuvo una estimación inicial de 30 muertos en las protestas entre el 15 de septiembre y el 9 de octubre, la mitad de ellos agentes de Policía, informó la agencia EFE.
La ONU “cerró la página del mantenimiento de la paz”, pero no concluyó su poyo a la nación caribeña. Así lo aseguró ante el Consejo de Seguridad el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock.
El funcionario destacó los progresos que el mantenimiento de la paz llevó a Haití en quince años, entre los cuales mencionó el despliegue de la policía nacional, que dio lugar a importantes cambios sobre el terreno como la disminución casi a la mitad de la tasa de homicidios entre 2004 y 2019.
“Sin embargo, estos logros no ocultan el hecho de que Haití sigue necesitando el apoyo de la comunidad internacional y de las Naciones Unidas. Si bien el mantenimiento de la paz en Haití ha creado un entorno propicio para que se lleven a cabo los procesos políticos y democráticos, es necesario encontrar más soluciones políticas a los problemas políticos sistémicos”, advirtió.
Fuente: Agencia de Noticias Télam