
Para aprovechar la visita del exgobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, la carrera de Antropología de la UNaM propició una charla debate sobre Género y Educación Sexual, a partir de un proyecto de investigación sobre la Ley ESI a cargo del equipo de Lucía Fretes.
La jornada también sirvió para entender, en perspectiva, algunos de los resultados de las experiencias en la provincia de Bonfatti, a partir de la implementación de políticas referidas a salud, género y aborto legal.
“Tenemos una sociedad que está en retroceso en cuestiones de Educación Sexual Integral y trabajando en favor de ser una provincia provida. Debemos mirar el ejemplo Santa Fe, la cual se convirtió en una suerte de isla política, única en la Argentina y que nos sirve de faro para quienes estamos luchando a fin de avanzar en una ampliación de reconocimientos de derechos”.
Con estas palabras, Fretes, quien es también directora de la carrera de Antropología de la Facultad de Humanidades, moderó la charla en la cual el presidente de la Cámara de Representantes de Santa Fe y del Partido Socialista contó -en tono ameno- el trabajo impulsado antes y durante su gestión como jefe de Gobierno provincial.
Señaló la antropóloga: “Estamos buscando trabajar a partir de la experiencia de Santa Fe, que pudo validar la ILE (Interrupción Legal del Embarazo) con anterioridad a cualquier provincia y a partir de allí tener un proceso de constitución de la ESI, que desde 2008 que permitió generar estrategias para que en los hospitales públicos se pudieran realizar la interrupción legal con un somero control del equipo de médicos, psicólogos y con la provisión de todos los medicamentos en las farmacias públicas”.
En ese punto, Bonfatti indicó: “La mejor experiencia tuvo lugar en Rosario, donde es más palpable ver cómo una decisión política puede habilitar procesos que tienen que ver con la decisión personal sobre el cuerpo”.
“Partimos de un concepto de que la salud no es la ausencia de la enfermedad ni un problema psicológico. Salud es tener trabajo, hacer deporte, tomar un mate con amigos, vivir cómodamente. Con esa base, hace 30 años empezamos a potenciar lo que la atención primaria y cambiamos el viejo concepto que tenía que ver con que era el área al cual no se le asignaban recursos o a la que se enviaban los profesionales menos especializados, y la volvimos un eje de la salud y la jerarquizamos poniendo allí a los mejores”, relató el exgobernador.
“Todos los engranajes se fueron ajustando al punto que desde la facultad, en los programas de estudio se jerarquiza al médico generalista, porque entendimos que educación también es salud y viceversa”.
“No hagas, no toques”
En el intercambio con Bonfatti y los presentes, surgieron sobre la mesa algunos de los resultados del proyecto de investigación dirigido por la antropóloga, sobre el cual esta dijo: “La educación sexual que se está dando en las escuelas del país, y Misiones no escapa a esa realidad, es una educación para la genitalidad, desde el riego, moralista: ‘no hagas, no toques’. Algunos enseñan el funcionamiento de los órganos reproductivos y piensan que con eso ya está, es un calma conciencia”, cuestionó.
“Necesitamos educación sexual integral porque es un derecho de los niños, de los adolescentes y de la población toda. Vamos a los barrios y trabajamos en todos los espacios donde nos convoquen porque es la base para tener una relación plena entre los individuos con equidad, igualdad y con la posibilidad de generar una identidad y una sexualidad que sea sana y placentera para las personas”, se explayó la investigadora.
Consultada acerca de lo que pudieron ver en campo, durante la investigación, Fretes fue concluyente: “No hay una aplicación de la ley y además se está retrocediendo con la necesidad de su aplicación”.
Entre algunas observaciones hechas por el equipo de científicos sociales la investigadora explicó que “tampoco estamos de acuerdo con la implementación en Misiones de algunos programas de Salud Pública, entre ellos el de Embarazo Adolescente”.
“Con eso tampoco se suple educación sexual integral. Tenemos que fortalecer a líderes locales y a los mismos docentes con la importancia de la ley y con la necesidad que se entienda que los padres pueden interiorizarse en lo que se está dando pero que no se pueden oponer y que nuestra ley habilita dar educación sexual integral en cualquier materia, año y ámbito, para que todos los docentes que estén con esta inquietud lo puedan hacer porque hay una legislación más amplia que los habilita”, enfatizó.
“Se manifiestan pensamientos oscuros”
Desde 2003 la antropóloga Lucía Fretes se encuentra investigando temas referidos a cuestiones de género en la provincia. En ese sentido también cuenta con un equipo a cargo del proyecto de investigación sobre la ley ESI, para ver experiencias y metodologías.
“A partir de esos estudios y esas investigaciones observamos que en las escuelas no se está realizando educación sexual integral y por ende, lo que se manifiesta son pensamientos oscuros sobre lo que es la ILE, e incluso se desconoce la ley que da la posibilidad de practicar aquellas interrupciones que ya están previstas hace 100 años”, indicó la mujer sobre algunas de las conclusiones más salientes.
“Estamos en una provincia que está atravesada por procesos de retrocesos acerca de las libertades del cuerpo de cada persona y la posibilidad que tienen las mujeres misioneras de elegir”, fue la mirada de la investigadora.
“Se hace muy necesario entonces desmitificar ciertas cuestiones sobre nuestra mirada, porque, con la aplicación de ESI o ILE, no queremos que el aborto sea el nuevo método anticonceptivo y tampoco estamos buscando que la provincia sea abortista. Queremos una Educación Sexual Integral que sea genuina y fuerte. Que permita personas libres, que puedan vivir una sexualidad plena y que no aborten, pero que llegado el caso que alguien decida hacerlo, no queremos que sea el negocio de algunos doctores y no pretendemos que más mujeres se mueran en la clandestinidad, que sean pobres versus ricas. Se trata del derecho de todas por igual”, remarcó.
“Seguimos con un 18% de embarazo adolescente y que sumado a ese porcentaje hay casi 30% de embarazos que no llegan a término con las implicancias que esto tiene. Necesitamos avanzar sobre la legislación para estabilizar o darle equidad a nuestra sociedad que tiene índices de pobreza muy altos”.
“La práctica del aborto no la inventamos nosotros, porque ya estaba instalada antes de todo; urge en ese sentido la posibilidad de articular una política educativa y una gestión hacia la ILE, lo cual va a permitir que desciendan las tasas de mortalidad materna”, reclamó la antropóloga.