La Municipalidad local impuso el nombre del exintendente Casiano Osvaldo Gallardo al hall central del edificio municipal, como parte de un homenaje al primer intendente que tuvo el municipio de San Vicente tras la llegada de la democracia. Vivió en la Capital Nacional de la Madera desde 1960, tuvo un gran desempeño en la administración pública donde fue interventor/administrador de la Reforestación del Instituto de Previsión Social (IPS), juez de paz y jefe comunal.
Gallardo falleció el 9 de agosto pasado, a los 93 años. Este reconocimiento se suma a una calle que lleva su nombre, además de la plazoleta conocida como “Patio de la Madera”, que lo recuerda junto a su esposa, Luisa Velozo. Asimismo, fue declarado “Persona Destacada del Municipio de San Vicente”, que es la máxima distinción que la comuna le otorga a una persona.
El Concejo Deliberante local aprobó el 23 de septiembre la imposición del nombre de “Casiano Osvaldo Gallardo” al hall central del edificio municipal. El proyecto fue presentado por el intendente Waldomiro Dos Santos, como parte del homenaje por el reciente fallecimiento del primer intendente democrático que tuvo esta ciudad de la Zona Centro.
Este es otro reconocimiento que la sociedad sanvicentina, y en particular el sector político, le hace al exintendente. Primero fue la imposición del nombre de Casiano Gallardo a una calle que está ubicada en el barrio Ciudad, que nace en la colectora de la ruta nacional 14. También una de las plazoletas del centro lleva su nombre y el de su esposa. La plazoleta conocida como “El Patio de la Madera” lleva el nombre de Casiano Gallardo y Luisa Velozo. Este espacio verde está ubicado frente a la casa donde vivió Don Gallardo desde que llegó a “El Cruce”, en 1960, y es uno de los más utilizados por la sociedad y para realizar encuentros culturales. También fue declarado “Persona Destacada del Municipio de San Vicente” en el año 2012 por su desempeño y su contribución durante tantos años a San Vicente.
Gallardo nació en San Carlos, provincia de Corrientes, el 5 de agosto de 1926. Trabajó como secretario del Juzgado de Paz y también se desempeñó como policía. Llegó a San Vicente en el año 1960 junto a su esposa Luisa Velozo y a su hijo mayor, Alcibíades, para instalar una carnicería y trabajar en ella. Una vez instalado el matrimonio, en esta ciudad nació su otro hijo, José Luis.
El golpe de Estado de 1955 le hizo replantear su vida. Quedó sin trabajo y fue perseguido por ser “peronista”, según se definía. Cumplió tareas en un yerbal y, luego, en un establecimiento yerbatero, hasta que acompañó hasta la tierra colorada a un amigo maderero y se enamoró de “El Cruce” o “El Sesenta”, como se conocía a San Vicente por aquellos años.
Hace unos años Casiano Gallardo narró a PRIMERA EDICIÓN su llegada a esta nueva tierra. “Muchos me preguntan por qué vine a San Vicente. Yo vivía en San Carlos, Corrientes, donde nací, me crié y contraje matrimonio con Luisa Velozo. Allí tuvimos a nuestro primer hijo, Eduardo Alcibíades. Fui secretario del Juzgado de Paz de esa localidad y después fui policía, hasta que en el año 1955 vino la Revolución Libertadora y nos echó a todos los que éramos peronistas. Y yo me quedé sin trabajo y tenía que mantener a mi familia. Tuve la suerte que un amigo me dio trabajo en un yerbal y me pagó bien. Y después me arregló un trabajo en un establecimiento yerbatero de unos ingleses, donde estuve unos años”.
En esa oportunidad añadió que en el año 1960 “vine y me radiqué acá, donde puse una carnicería. Había venido un año antes con otro amigo que trabajaba con maderas y me quedé una noche en lo de don Guillermo Campos. Él fue el primer poblador de San Vicente y tenía un barcito y hospedaje, estaba ubicado donde es el centro de nuestra ciudad hoy en día. Había tres o cuatro casas, nada más, en sus alrededores, pero esa noche vi cómo llegaron al bar muchos obrajeros. Me llamó la atención esa movida y pensé que era un lugar con mucho futuro”.
En este homenaje al desempeño y a la personalidad de exintendente, en los considerandos de la Ordenanza N° 62 dice: “Como Intendente realizó obras fundamentales para la organización de esta pujante localidad”.
Añade: “por su destacada solidaridad para con el necesitado, su don de ‘buena gente’, su ejemplo de vida y por ser el adalid de la democracia”. Además, lo cita como “comerciante, carnicero, chofer de taxi-flet, empleado administrativo de la propiedad del IPS (Reforestación Cuartel Tarumá), juez de Paz”, entre otros.
Casiano Osvaldo Gallardo fue electo intendente el 30 de octubre de 1983 y asumió el 10 de diciembre de ese año. Dejó el cargo cuatro años después, el 10 de diciembre de 1987. Más adelante, ocupó el cargo de director de Áreas de Fronteras del Gobierno de Misiones. Pero su actividad más destacada fue la de hacer política como referente del Partido Justicialista en San Vicente y por eso fue reconocido en la provincia.
“Nunca tuvo más de lo que necesitó para vivir”
Eduardo Alcibíades recordó a su padre como un hombre que dedicó su vida a trabajar por los demás y por su pueblo. “Cuando llegamos a San Vicente, en 1960, esto se llamaba El Cruce. No había nada, sólo algunas casas dispersas a lo largo de la ruta 14. Mi papá puso una carnicería acá, comenzó a trabajar y a conocer a la gente de los alrededores. Ni siquiera había una escuela para los chicos y a mí me anotaron en una que estaba en el kilómetro 42 de la ruta provincial 13. A partir de eso, él junto a otros vecinos comenzaron a mover para conseguir la escuela para sus hijos. Así fue como comenzó su trabajo con la sociedad”, manifestó.
Rememoró que El Cruce era más chico que los otros pueblitos que estaban cerca, que San Vicente se transformó en ciudad y que los otros quedaron como entonces. “Acá a diez kilómetros, se levanta hoy el barrio San Isidro, que era un pueblito más grande que San Vicente, ya tenía mercaditos, escuela y destacamento policial o de Gendarmería, no recuerdo bien qué era. Hasta contaba con una estafeta postal”.
Añadió que en el kilómetro 1.974, también de la 14, había fábricas y muchísima gente. “Mi papá llegó en 1959 y pasó una noche en la casa de Don Guillermo Campos, y quedó enamorado del lugar, cuando había visto los otros parajes. Puso mucha ilusión y trabajo por el San Vicente que es hoy”, sostuvo.
Lo consideró a su padre como “un pionero, ocupó cargos en la administración pública, fue político y vecino. En estos más de 60 años que vivió acá, trató que la gente viva mejor. Cuando fue intendente puso todo el empeño para que San Vicente fuera una ciudad de referencia en la provincia. Siempre estuvo del lado de la persona humilde y del trabajador, tuvo una conducta intachable y por eso nunca tuvo más de lo que necesitó para vivir”.
El hijo mayor de Gallardo refirió que “vivimos en el mismo lugar donde llegamos en 1960. Eso es lo que mi papá me dejo a mí, y a mis hijos. Creo que el reconocimiento que le dieron es merecido. Esa plazoleta que está frente a la casa donde mi papá y mi mamá vivieron, lleva sus nombres: ‘Casiano Gallardo y Luisa Velozo’. Ahora tienen que ponerle los carteles indicadores para que la gente tenga una referencia, como dice la ordenanza de imposición”.