En pleno mediodía y para culminar la tercera jornada de debate oral y público, los camaristas definieron que el trabajador rural de 50 años, también dedicado al contrabando de cigarrillos, fuera declarado culpable como “autor penalmente responsable” de los delitos de “privación de la libertada agravada por la participación de tres personas, la utilización de arma de fuego y mediado violencia de género”.
De acuerdo a los testigos del debate y a las pruebas incorporadas en el expediente, la mujer fue víctima de Irio Pless, quien contó con la colaboración de un hijo, William Pless de 20 años y de una exconcubina, Ivonilda Queiroz de 57, ambos coimputados en la causa pero que no llegaron a debate y fueron declarados en rebeldía y prófugos, presuntamente en suelo brasileño.
El único que fue juzgado fue Irio Pless por estar detenido desde marzo de 2017.
La historia se asemeja más al guión de una película, pero lamentablemente es real y sucedió en el norte de Misiones. Pless secuestró a la mujer el jueves 12 de mayo del 2016 en Pozo Azul, en un camino terrado del paraje Portón Viejo, y la mantuvo más de 90 días cautiva, amenazándola constantemente con un arma de fuego.
Durante ese período, la víctima sufrió todo tipo de situaciones violentas por parte de Pless. Además del maltrato habitual, el menoscabo a su condición de mujer y ser reducida a “propiedad” de su victimario.
Fue un hermano del ahora condenado quien la ayudó a escapar hacia Bernardo de Irigoyen.
Tras las denuncias y la intervención de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Superior Tribunal de Justicia, los tres sospechosos fueron detenidos.
Tal vez la mayor parte del terror atravesado por la víctima pudo haber quedado cerrado este miércoles con la decisión unánime de los camaristas Francisco Aguirre, presidente del Tribunal y los vocales Lilia Avendaño y José Pablo Rivero. Restará que el mismo proceso que atravesó Irio Pless alcance a su hijo y a su exconcubina.