La misionera Sol Verité vivió su gran experiencia como árbitro de hockey, al dirigir la final del XXXI Nacional de Mami’s Menores que se llevó a cabo en Córdoba durante el pasado fin de semana.
Para esta joven amante del hockey fue, sin dudas (y hasta el momento), el punto más alto en su carrera como juez, que se inició cuando tenía apenas 16 años.
Para conocer detalles de cómo surgió la posibilidad de llegar a esa instancia, EL DEPORTIVO dialogó con la joven árbitro, quien dio sus primeros pasos en el hockey en el club Centro de Cazadores de Misiones a los seis años.
“La noticia me llegó por uno de los coordinadores que tengo acá en Posadas, que me había preguntado si yo tenía tiempo disponible para noviembre, sin darme previo aviso de que era para el torneo. Yo le dije que sí, que tenía tiempo libre en noviembre y para qué lo necesitaba. Bueno, después me confirmó que habían aceptado la solicitud de que pudiera viajar a Córdoba a arbitrar el torneo Nacional de Mami’s Menores”, comentó Sol todavía emocionada por la gran experiencia que le tocó vivir el pasado domingo 10 en “La Docta”.
Acerca de la noticia de ir a dirigir a un Nacional, expresó: “Fue una gran sorpresa, porque la mayoría de los torneos nacionales ya habían pasado. Realmente no estaba informada de que quedaba uno más, en Córdoba, así que fue una gran alegría y una sorpresa que me convoquen a mí, porque fue uno de mis primeros torneos nacionales”.
Lo disfrutó al máximo
Sobre lo que le tocó vivir el último fin de semana en Córdoba, Sol no dudó en destacar: “Fue una hermosa experiencia, por ser mi primer torneo nacional. Me llevo recuerdos muy lindos, conocí a personas muy agradables y realmente la pasé muy bien. El sabor dulce que me quedó es haber dirigido la final, fui con eso en la cabeza, pero sinceramente no me lo imaginaba. No esperaba que me dieran ese partido tan importante, pero que mis esfuerzos hayan valido la pena, realmente me alegró el corazón. Es para mí, a nivel personal, un reconocimiento muy grande, de muchísima importancia, así que lo disfruté al máximo al partido. Reconozco que al principio estaba nerviosa, pero charlé con mi coordinadora y mi compañera, pusimos las pautas antes del partido de cómo lo íbamos a manejar, qué íbamos a permitir y qué no, y gracias a Dios salió todo como queríamos, así que muy feliz por todo”.
Sin dudas, su gran actuación en la final le abrirá puertas y tendrá próximas convocatorias a nivel nacional. Sobre ese punto, la estudiante de la Licenciatura en Psicopedagogía en la Universidad de la Cuenca del Plata sostuvo: “Sí, ojalá que sí. Más que nada, creo que es un gran incentivo para seguir entrenándome, puliendo los detalles que quedan y así puedan convocarnos a más torneos de ahora en adelante. Lo considero así, un gran incentivo para seguir entrenando, seguir trabajando y tratar de ir mejorando día a día, básicamente eso”.
Con relación a su experiencia como árbitro, comentó: “Estoy en el arbitraje desde los 16 años, antes arbitraba federado, después corté un tiempo porque estuve como ayudante de campo de las infantiles de Centro de Cazadores. Y retomé nuevamente el arbitraje uniéndome a la Asociación de Mami’s”.
Al ser consultada sobre qué es lo que más recordaba de la final que le tocó dirigir, Sol no dudó en afirmar: “Si tengo que hacer una pausa y volver atrás, me acuerdo entrando a la cancha y pensando: estoy entrando a arbitrar mi primera final nacional. Afuera, en las gradas, estaba mi compañero de arbitraje y por otro lado mis familiares de Córdoba, que se recorrieron medio Córdoba para ir a verme arbitrar. Encima se me dio de que ellos hayan ido al club a verme y me vieran para dirigir la final, o sea que se dio todo de la mejor manera posible. Así que si tengo que destacar algo, destaco eso, el momento de felicidad que tenía a nivel personal”.
Vale mencionar que la final la jugaron Club Atlético Tucumán y Cooperativa Juan Castro Blanco de San Juan. El partido, en tiempo reglamentario, finalizó igualado sin goles, por lo que se desempató con “shoot outs” (penales) y allí se impuso el equipo sanjuanino, consagrándose campeón.