Tras el crimen de Reinaldo Andrade (37) la Jefatura de la Policía de Misiones removió a la cúpula de la Unidad Regional VIII, con asiento en San Vicente y de cuya esfera dependían los dos policías detenidos e incomunicados por el hecho.
Mientras tanto, continuaba la conmoción por el hecho, ocurrido el pasado miércoles en Colonia Cristal de El Soberbio.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, ese día a las 18 dos efectivos de civil y a bordo de un Ford Focus particular protagonizaron una supuesta persecución en una calle terrada, que derivó en la muerte de Andrade de un tiro en la cabeza y con dos personas que lo acompañaban hospitalizadas.
Algunas circunstancias en que sucedió el crimen son, cuando menos confusas.
Primero, los policías involucrados, un oficial y un cabo, habrían dicho a sus superiores que hacían trabajos de “inteligencia” y que en principio perseguían a un Volskwagen Voyage gris que según ellos estaba vinculado a contrabando en la zona. Luego, indicaron que se les interpuso y colisionó supuestamente en forma intencional el Gol en donde iban dos hombres, además de Andrade que manejaba.
Producto de este impacto ambos rodados despistaron. En medio de la secuencia, se produjeron uno o más disparos. El oficial, dueño del Ford Focus y quien iba al volante, habría informado que disparó cuando observó que uno de los ocupantes del Gol les apuntó con un arma de fuego.
Refirió que apretó el gatillo porque temía por su vida y por la de su camarada de fuerza. El Voyage se perdió de vista y hasta ahora nunca fue ubicado. Tras el hecho se incautaron las dos armas reglamentarias de los policías y un revólver calibre 38, además de un pistolón que estaban cerca del vehículo de los civiles.
Las medidas judiciales
En forma inmediata el juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco hizo intervenir en la causa a peritos de Gendarmería Nacional.
Con el correr de las horas fueron surgiendo otros detalles y la familia de la víctima fatal denunció que cree que se trató de una posible “ejecución” y que hay “testigos atemorizados”, tal como adelantó este Diario.
Las sospechas de los parientes del fallecido los llevaron a designar en las últimas horas a un abogado querellante particular en la causa penal, el letrado Hernán Daniel Braunstein.
“No tenemos datos oficiales”
En diálogo con este medio, el abogado Braunstein refirió que asumió en las últimas horas como querellante y representará en la causa a la familia del fallecido y a las dos víctimas que viajaban en el Gol junto a Andrade y terminaron lesionados.
“En el hecho hay muchos puntos oscuros, hay que ser cautos y esperar resultados de pericias y de las distintas declaraciones que tomará el juez a cargo de la investigación. Los datos publicados en la prensa para mí no son oficiales, por eso espero el informe policial que seguro será añadido al expediente”.
Luego Braunstein añadió que “no se entiende qué hacían dos integrantes de la Policía, fuera de servicio y en un vehículo particular, persiguiendo autos. Esto es raro”.
El letrado agregó que si bien tuvo contacto con los testigos presenciales -quienes viajaban con Andrade- no puede revelar sus dichos. “Lo único que puedo adelantar es que ambos coincidieron en su relato de lo sucedido”, precisó.
Luego agregó que “acá evidentemente no hubo intención de intimidar, fue un disparo que las pericias podrán develar si fue de cerca o de lejos. La familia quiere que esto se esclarezca y que no quede impune. El caso tiene todos los ribetes de un gatillo fácil, sumado a que hay puntos oscuros”. Finalmente indicó que existen otros dos testigos que viven a metros de la escena del hecho.
Nuevas autoridades
Ayer a la tarde asumieron en el edificio de la UR-VIII el comisario mayor Román Virissimo y el comisario inspector José Fischer como jefe y subjefe respectivamente.
Reemplazarán al comisario general Juan Aurelio Fernández y al comisario mayor Héctor Eduardo Franke.