Lázaro Báez finalmente declara en el juicio por la denominada Ruta del dinero K. El empresario llegó bien temprano desde la cárcel de Ezeiza y esperó durante más de una hora mientras declaraba otro de los imputados, Eduardo Castro.
Al comienzo de su exposición, que estaba redactada previamente, Báez dijo que fue el centro de una “persecución mediática y política” y habló de una campaña de los servicios de inteligencia: “Nunca fui testaferro de Néstor Kirchner ni de su familia. Soy una víctima de la campaña atroz por parte de los poderes reales”.
Según Báez, esa supuesta campaña “incluyó la detención de políticos y empresarios” y tuvo que ver con su cercanía con el ex presidente Néstor Kirchner y “por encarnar la pelea contra la cartelización de la obra pública”.
El empresario aseguró que fue detenido “injustamente” y su familia “fue objeto de esta persecución”. “Destruyeron a mi familia y las actividades de mis empresas, fui acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual gobierno, para que involucre al peronismo y a la ex presidente”, agregó.
En el tramo central de su declaración, Báez denunció una supuesta operación coordinada la AFI para que arrepienta, desde el comienzo de la causa judicial. “En un control oftalmológico (dentro de Ezeiza), se me acerca una mujer, la doctora Balbin, acompañada por dos personas de traje. Dijo que venía en nombre de Macri y Majdalani”, arrancó el relato. Y continuó: “Me dijo que si yo colaboraba, mis hijos no tendrían problemas. Tenía que decir que era el testaferro de la familia Kirchner”.
En ese momento, el empresario pidió que que reproduzcan varios audios donde se escuchaba al fiscal Guillermo Marijuán.
Báez continuó dando detalles de la supuesta maniobra en su contra y se mostró cercana a la expresidenta Cristina Kirchner: “Jamás diría algo falaz para perjudicar a la ex presidenta”.
Fuente: Medios Digitales