De la utopía a la realidad. Del anhelo al sueño cumplido. Este viernes quedó inaugurada formalmente la primera pista sintética de atletismo de Misiones, en una fiesta histórica que reunió a todas las generaciones del deporte misionero, desde leyendas olímpicas, actuales valores a nivel nacional, el semillero de la tierra colorada y hasta cinco de los atletas de élite argentino de mayor envergadura en los últimos tiempos.
El sol y el calor no impidieron que se viviera con emoción la inauguración de la pista atlética Eric Barney, bautizada así en homenaje al primer misionero en los Juegos Olímpicos.
Es un orgullo tener esta pista. Lo importante es sacar a los chicos de la calle. Estas instalaciones son importantes para que cualquier chico pueda llegar lejos. Ian y yo fuimos ‘medio pelo’ nomás, pero acá tenemos a toda una generación que tiene muchas condiciones”, dijo emocionado el propio Barney a EL DEPORTIVO, tras cortar la cinta y dejar oficialmente inaugurado el flamante sector del Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (CePARD).
Una placa, una foto y una vitrina que guarda uno de los calzados que Eric utilizó en sus tiempos de olimpismo junto a la garrocha sirven de bienvenida a la pista. Aunque emocionado, Barney no se olvidó de remarcar que “lo importante ahora es tener fondos para incentivar a los profesores, porque sin los profes todo esto queda abandonado. Sin ellos, todo es más difícil”.
Barney cortó las cintas junto a Hugo Passalacqua, gobernador provincial; y Rafa Morgenstern, ministro de Deportes. “Sólo tengo palabras de gratitud a tu trayectoria, el recuerdo de tus padres, de tu hermano Ian. Yo personalmente sentía que estábamos en falta con nuestra máxima leyenda del atletismo”, sintetizó Passalacqua, obereño al igual que Eric.
Alrededor de 300 personas acompañaron el acto y, luego, pisaron por primera vez la pista atlética, que cumple con la reglamentación internacional y está lista para albergar campeonatos de esa jerarquía. En la región solo hay una similar en Resistencia.
“Es una mezcla de emociones, felicidad, orgullo. Sentimos que se está haciendo historia. Uno sabe como atleta lo importante de esto, los chicos que sufrieron muchos años de desarraigo por no tener una pista así en la zona. Ahora lo importante es empezar a soñar con eventos nacionales e internacionales”, subrayó Morgenstern a este Diario, quien adelantó que se encuentran en tratativas para que el primer torneo en realizarse allí sea un Grand Prix internacional. “Todos los atletas nos dicen que la pista está muy buena, incluso la iluminación. Soñamos con un Grand Prix”, cerró el funcionario.
La inauguración contó con los máximos atletas de élite argentinos de los últimos años, como los garrochistas Germán y Valeria Charaviglio, Jennifer Dahlgren (jabalina) y Joaquín Gómez (martillo), además de Braian Toledo (jabalina), quienes fueron invitados especialmente par la ocasión.
Los cinco fueron protagonistas del acto, tras guiar micrófono mediante en cada una de las estaciones o postas en las que se dividió la inauguración.
Allí sorprendieron Germán Chiaraviglio y Gómez: el primero logró un salto de 5.10 metros de altura, mientras que el segundo registró un lanzamiento de más de 70 metros. Un nivel que no se ve todos los días en Misiones y que desató el aplauso y la euforia de los presentes.
En cada una de esas estaciones, tras las explicaciones teóricas y prácticas de los referentes nacionales, exhibieron sus cualidades los atletas misioneros del momento.
Para el registro histórico, las eldoradenses Magalí Brizuela y Daiara Tavarez, junto a la posadeña Ana Riveros, fueron las primeras en correr en la pista.
“Fue muy emocionante ser la primera, es una felicidad muy grande. Esto nos pone feliz a todos”, dijo Brizuela a EL DEPOR, quien ganó los 80 metros con vallas.
Con la llegada de la noche, el calor mermó, las luces del lugar se encendieron y el acto oficial terminó. Pero la expectativa y la emoción no se apagaron, al punto que quienes tuvieron el honor de presenciar la inauguración de la primera pista atlética internacional de Misiones no se fueron de la escena. La fiesta siguió a pura carrera.