
Patricia Martin es protectora de animales de Oberá. Su historia de amor comenzó hace mucho tiempo y es un estilo de vida. “Siempre ayudé a los animales, alrededor de seis años atrás convertí mi casa en hogar de tránsito, vivía en esa época en Posadas. Cada vez se me hacía más difícil encontrar lugar para alquilar por la cantidad de animales que tenía. No conseguí que se hicieran cargo de ellos, así que tuve que venirme a Oberá, a la casa de mis padres que estaba abandonada, prácticamente inhabitable, porque era el único lugar donde podía estar con mis animales. Dejé mi trabajo inclusive para no abandonarlos y decidí radicarme acá”, comentó a PRIMERA EDICIÓN.
Además de refaccionar la casa para hacerla habitable, debió buscar trabajo para cubrir costos de su solidaria misión. “Todo fue difícil al principio, hasta que encontré trabajo y de esa manera poder solventar sus necesidades. Eran muchos menos, pero me encontré en una zona donde abunda el abandono y aparecieron casos que no pude evadir, por lo que fui rescatando más y ahora tengo 36 en total”.
Alimentos, atención veterinaria, medicamentos, no les hace faltar, pero las necesidades de acondicionamiento del espacio sigue siendo una faltante. “Conseguí cercar el lugar y hace poco instalar un tanque de agua muy necesario. Pero necesito hacer un muro, ya que tengo problemas con el vecino que ya me denunció en cinco oportunidades. Cada una de esas veces vino la gente de la Municipalidad y verificó que tengo todo en regla. Trato de tenerlos sin que molesten a nadie. Lo ideal sería poder hacer un muro y una media agua con piso, donde ellos puedan estar”, sostuvo la protectora.
Patricia brinda un hogar cálido a 29 perros y 7 gatos, la crítica situación económica preocupa a la mujer que utilizó las redes sociales para exponerla. “Mis animales conviven bien entre ellos. Algunos son discapacitados. Por lo que se me hace muy difícil hacer todo sola, por eso necesito resolver la situación. Conseguir gente que me ayude o conseguir adoptantes responsables para los que están en condiciones o padrinos para los que no. Un padrino es alguien que decide cubrir gastos de alimentos, atención veterinaria del animal que elige apadrinar. Esa sería una solución y una gran ayuda”, detalló.
Por otro lado, solicitó colaboración para las construcciones que necesita abordar por el bienestar de los animales y la buena convivencia con su vecino. “Necesito materiales para levantar el muro, una media agua con piso para que puedan estar ahí. Es lo principal. Siempre hace falta alimentos, mantas, ropitas, elementos de limpieza, todo viene bien. La gente que tienen mascotas ya lo sabe. Espero conseguir que me den una mano. Pueden venir a conocer el lugar, conocer a los animalitos que están muy bien cuidados y atendidos. Ellos nos necesitan” subrayó. El Refugio se encuentra en Avenida Pincen 407, esquina San Pedro de Oberá.