Unos 80 niños del barrio Sapucay y alrededores que asisten al Hogar de Día en Oberá se preparan para cerrar el actual ciclo.
Con alegría, sus directores señalaron que, pese a la crisis, se pudo mantener el objetivo de la ONG que trabaja, desde hace casi 20, para contener a niños en riesgo. “Estamos muy conformes, muy contentos, porque este año trabajamos en el apoyo y el cuidado de muchos chicos, gracias a la colaboración de nuestro pueblo. Siempre se requiere de esa ayuda solidaria, porque no tenemos otro sustento y funcionamos exclusivamente con lo que la gente nos aporte”, explicó a PRIMERA EDICIÓN Dora Pretzal, presidenta de la Comisión Directiva. El cierre del ciclo lectivo tendrá lugar el 7 de diciembre, a partir de las 17.30. Los chicos de séptimo reciben un certificado de egresados y luego celebran la Navidad de forma comunitaria. Las actividades se retoman en febrero.
Contención
En la casa se contiene a los niños con sus necesidades básicas “en lo nutricional, espiritual, intelectual, física, tratamos de darles todo lo que necesitan”, remarcó Pretzal.“Estamos hace dos años, en este tiempo tenemos muchos más niños, tenemos 80 niños que acuden al Hogar”, explicaron por su parte los directores de la institución, Jefry Doszhart y Angélica Senn. “Abrimos una salita de 2 y 3 años, además de 4 y 5. Los niños desayunan y también almuerzan con nosotros. Les ofrecemos apoyo escolar, a los niños de 1° a 7° grado”, contaron. Indicó Angélica: “Hemos visto un gran avance en las libretas de calificaciones de los chicos. Mejoraron mucho en su desempeño escolar y en el trato con sus pares, vemos muy buenos resultados de toda la tarea, eso nos hace felices”. “Tenemos los talleres de arte, plástica, música, deportes, todo les encanta a los niños. Hay nueve docentes que trabajan con nosotros, lo que genera mayor demanda económica, por eso siempre pedimos y agradecemos las donaciones. Es cierto que los niños son el futuro, pero también son el presente y debemos ocuparnos de ellos. Para nosotros es importante ayudarles en las tareas escolares, la buena educación genera confianza y la confianza nos da esperanza y esto nos da paz, que es lo que necesitamos” agregó.
Sin apoyo estatal
A pesar de estar cerca de cumplir dos décadas de trabajo solidario, los directivos remarcaron que nunca se acercó algún funcionario para otorgarle alguna ayuda, la cual por ley les correspondería.“Tendríamos que abocarnos en las gestiones para conseguir algún subsidio del Estado, hasta el momento no pudimos hacerlo, ya que somos una ONG y estamos tan atareados que no encontramos tiempo, demanda mucho tiempo de realizar esos trámites” reconoció Pretzal. “Mi sueño es poder estar en todos los barrios con esta tarea, hay hermosas instalaciones en los barrios como para repetir esto y alcanzar a mayor cantidad de niños. Creemos que luego estos mismos niños van a ayudarnos como ya nos ocurrió con gente que asistía cuando era niño y hoy es colaborador del Hogar”. El presupuesto para gastos de funcionamiento que manejan es de cien mil pesos.
“Tenemos trece voluntarios trabajando, quienes aunque ganan poco siguen estando porque es una tarea de amor. Es un proyecto que debe seguir desarrollándose. Siempre pedimos colaboración a empresarios de Oberá. Generalmente el que menos tiene es el que más nos da. Tenemos una jubilada de 89 años que vive con su pensión y a pesar de su necesidad de medicación, cada mes, nos dona mil pesos”, contó. “Invito a toda la comunidad a que vayan a ver lo que pasa en el Hogar y les invito a ser parte” insistió la presidenta. “El año próximo queremos hacer un playón deportivo. Los chicos en vez de estar en la calle están en el Hogar, así que no hay mayor recompensa que verlos contenidos. Ojalá nos apoyen con este sueño”, deseó.