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Si no es por penales, no vale. Como en el campeonato pasado, Central Iguazú debió esperar hasta la definición por penales para consagrarse bicampeón del Torneo Anual de Primera División de la Liga Regional de Fútbol de Iguazú. En esta ocasión derrotó 5-4 a Villa Nueva tras empatar 0-0 en tiempo reglamentario.
La definición tuvo un buen marco de gente, como corresponde a una final, y el Naranja volvió a hacerse fuerte y alzó la copa de campeón.
Se dio una primera etapa sin muchas situaciones de peligro, ya que ninguno de los dos quiso arriesgar más de la cuenta. Pero el juego se tornó dramático a partir de la determinación del árbitro Rodolfo Rivero, quien a instancia de su asistente Omar Rivero, cobró un penal para Central luego de un choque entre el delantero Leonardo López y el defensor de Villa Nueva, Juan Pablo Lucas.
La gente de Villa se fue al humo al juez argumentando que fue un choque casual y no ameritaba penal, pero el árbitro mantuvo su decisión y se cobró el tiro desde los doce pasos. José “Chini” Insfrán anotó, pero el referí ordenó repetir el penal por invasión del área. En la segunda chance, Insfrán estrelló el remate en uno de los palos.
En el complemento, el trámite no varió demasiado a lo que sucedió en la primera etapa, por lo que la igualdad sin goles en el tiempo reglamentario derivó en la definición desde el punto del penal, en donde el más efectivo fue el elenco de camiseta naranja.
Pese a que el arquero de Villa Nueva, Facundo Vera, le contuvo un penal a “Chini” Insfrán en la serie; Pablo Sandoval marcó el tanto del triunfo para que Central festeje la obtención del certamen por 5-4 en la tanda de penales y vuelva a gritar campeón.
El equipo dirigido por Carlos Gautschi se coronó como el mejor de la temporada 2019 y es el monarca del fútbol de Iguazú.