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Esta semana se esperan nuevas medidas judiciales con respecto a la investigación por el crimen de Reinaldo Andrade (37) y por el cual hay dos policías detenidos.
En ese sentido se supo que el juez de Instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco, quien vuelve a estar de turno a partir de hoy, ordenó las pericias a un automóvil hallado incinerado recientemente y que podría estar vinculado a la causa, señalaron las fuentes.
Se trata de un Volkswagen Voyage que, tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN, fue encontrado el pasado jueves en una zona de colonias en las afueras de El Soberbio.
El vehículo estaba completamente destruido por la acción del fuego y solamente tenía los asientos delanteros, una modificación habitual que, de acuerdo a las fuentes, utilizan los delincuentes para transportar mercaderías ilegales o estupefacientes.
Por otra parte el número de motor del vehículo coincidiría con un auto de fabricación brasileña, mientras que la patente era de Argentina. Será sometido a pericias que estarán a cargo de Gendarmería.
Una de la hipótesis que maneja la Justicia es que podría tratarse del automóvil que fue visto en la persecución ocurrida en Colonia Cristal de El Soberbio, el pasado 13 de noviembre. Ese día alrededor de las 18 Andrade murió tras recibir un disparo a la altura de la nuca.
Según la versión policial, la víctima fatal y otros dos hombres a bordo de un Gol Trend embistieron presuntamente en forma intencional a un auto particular (Ford Focus) donde viajaban dos efectivos de civil, un oficial y un cabo del Comando local.
Los policías adujeron que perseguían a unos contrabandistas que se movilizaban en un Volkswagen Voyage, que se perdió de vista y nunca fue ubicado. Ahora se cree que es el auto hallado incinerado en zona de colonias.
El policía que apretó el gatillo habría referido que vio cuando le apuntaban desde el Gol con un arma y que por eso repelió la acción. Los peritos de Gendarmería (que intervino en el hecho por orden del juez Casco) incautaron en la escena un revólver calibre 38 y un pistolón cerca del auto de los civiles.
Andrade falleció en el hospital debido a la herida de arma de fuego en la cabeza, en tanto que sus dos acompañantes sufrieron lesiones leves por la supuesta colisión y su declaración será clave.
Las repercusiones tras conocerse el conmocionante caso fueron varias, entre ellas que Jefatura dispuso el cambio de la cúpula de la UR VIII, con asiento en San Vicente, de donde dependían los efectivos detenidos (que fueron puestos en disponibilidad).
El oficial está imputado en forma provisoria por “homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego”, mientras que el cabo que lo acompañaba al momento del hecho está siendo investigado como “partícipe necesario en el delito de homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad”.