El trabajo de “Corbata”, el perro rastreador argentino, fue reconocido a nivel mundial. Era un can mestizo que por más de diez años prestó servicios en Odorología Forense, una técnica que detecta el olor humano en las escenas del crimen.
Su trayectoria fue sorprendente: intervino en 359 pericias y resolvió 298 hechos, en nuestro país y también en el mundo.
Entre los casos más conocidos se puede mencionar el secuestro de Christian Schaerer (21) en 2003, en el que identificó los dos automóviles utilizados para trasladar a la víctima, cuyo cuerpo jamás apareció, en Corrientes. También participó en dos casos resonantes: los secuestros, desaparición y muerte en Paraná de la joven Fernanda Aguirre en julio de 2004 y de Otoño Uriarte en octubre de 2006, en Fernández Oro.
Su última intervención fue en Misiones, por el homicidio del sindicalista mercantil Pablo Sabino Achingo (57), ocurrido el 7 de junio de 2017 en Posadas.
Pero además, el can conmovió al mundo en 2015, cuando desde Barcelona (España) se realizó una campaña denominada “Todos por Corbata”, en la cual se solicitó su retiro de las fuerzas debido a su avanzada edad. Ese mismo año lo “jubilaron” con honores por la Policía de Río Negro.
Y lo más importante, sus últimos años los pudo vivir junto a su amigo y formador, el veterinario Mario Rosillo, hasta el jueves 12 de diciembre, cuando falleció en Corrientes.
“Para mí ‘Corbata’ fue un maestro. Él fue mi hijo y todo lo aprendí de él, era un perro especial porque sus cualidades olfativas eran altísimas y aprendía muy rápido. Muy inteligente y afectuoso, reconocía a las personas, no cualquiera podía acariciarlo”, explicó Rosillo a PRIMERA EDICIÓN.
Amigos para toda la vida
Ayer lunes, Mario Rosillo recordó a su perro “Corbata”, quien padecía de “problemas de cadera, ya tenía 16 años, y yo lo mantenía adentro de la casa, con medicación, atención y por supuesto, la mejor alimentación. Pero su partida se debió principalmente a su edad. Los últimos tiempos había que levantarlo para que coma y haga sus necesidades”.
En medio de la entrevista, el doctor contó que a “Corbata” le gustaba hacerse fotos. “Él posaba porque ya estaba acostumbrado. Tomaba la pelotita y posaba”.
La historia del médico veterinario Rosillo y el rastreador “Corbata” comenzó una mañana de 2005, en Río Negro. “Yo estaba realizando capacitaciones en Odorología Forense. En un momento, fui hasta la sección canes y lo vi atado a un árbol. Pregunté de quién era y me dijeron que era de un comisario que lo había dejado en la dependencia policial porque en la casa destrozaba la ropa y lo había donado a la Policía”.
En ese momento Rosillo no encontraba perros para entrenar, por lo que pidió a uno de los auxiliares que se lo entregaran para capacitarlo. “Lo adopté y me dije ‘vamos a probarlo y ver sus aptitudes’. Y desde el primer día ‘Corbata’ demostró que era un investigador policial”.
El especialista lo entrenó durante meses y al cabo de un año, “Corbata” estaba listo para demostrar sus habilidades.
“Hizo la primera pericia en la provincia de Río Negro y descubrió al autor de un crimen”. Después siguió y “a medida que fue participando en los casos, los fue resolviendo. La Justicia, al enterarse, lo fue solicitando”, detalló Rosillo.
El infalible olfato de “Corbata” lo llevó a recorrer Argentina, Centroamérica, Estados Unidos y Europa. “Las personas debemos tomar conciencia del trato al animal. Recuerdo que cada vez que íbamos a un hecho, lo miraba a los ojos y sabía que ‘Corbata’ lo iba a resolver. Fue preciso siempre”, aseguró Rosillo.
Conmovió al mundo
En 2012, el médico Rosillo solicitó el retiro de “Corbata” de las fuerzas policiales, porque ya padecía una parálisis en la cadera. Pero los reiterados pedidos no tenían respuesta. Entonces, en 2014, cuando Rosillo se encontraba en una conferencia en Barcelona, un grupo de personas se ofreció a colaborar con su pedido.
La campaña se denominó “Todos por Corbata” y para ese fin se creó la página www.retireddogs.com. El caso se conoció en el mundo entero. “Se subieron fotos de perros con corbatas, más de 10 mil firmas y esto provocó el cambio de resolución. Las fuerzas vieron el valor del perro y lo retiraron con todos los honores. Así logré que ‘Corbata’ vuelva a casa”, finalizó el médico.