Dentro del contexto de crisis económica a nivel nacional, las cooperativas de agua potable en Misiones deben enfrentar diversos problemas financieros y administrativos, relacionados principalmente al incremento de los costos, escasez de presupuesto para pagar salarios a los empleados o realizar inversiones, falta de cumplimiento de los socios con las cuotas, y la deuda que mantiene el Estado provincial por el servicio brindado en organismos públicos. Por esos motivos, señalaron que son varias, y cada vez más, las cooperativas que se encuentran al borde de la quiebra.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Daniel Sena, presidente de la Federación Misionera de Cooperativas de Agua Potable (FEMICAP), aseguró: “Estamos sufriendo por la crisis que afecta al país, los problemas económicos para las cooperativas son muy grandes, algunas están más apretadas que otras pero en general todas fueron golpeadas por las dificultades, principalmente con el tema de no saber cómo pagar los bonos a empleados, paritarias, y aumentos de los costos”.
Por ello, en relación al nivel del déficit de las cooperativas de agua potable en la provincia, indicó: “No todas son iguales, hay algunas que están muy deficitarias, están muy al borde casi sin posibilidades de poder abonar los sueldos, aportes previsionales o impuestos. Continúan trabajando pero siempre al límite de la quiebra, y esta situación compleja está creciendo”.
“Las que están muy al borde de la quiebra son alrededor de cinco cada vez son más, pero también hay una cantidad más grande que está luchando mucho con los costos y buscando la forma de mantenerse para no caer”, remarcó.
Por el contrario, dijo que “las que están muy bien saneadas son las de Puerto Rico, Capioví, Apóstoles, Jardín América, Dos de Mayo, San Vicente y Wanda”.
“Esas cooperativas que están bien son las que pueden hacer inversiones, pero las demás en el contexto de crisis no pueden hacer nada”, señaló y agregó: “Tenemos las tarifas bien ajustadas para no perder, pero tampoco se gana mucho, solamente un escaso margen que sirve para el mantenimiento del servicio. El agua, en realidad, no aumenta mucho en su precio. Estamos haciendo todo lo posible para que se mantenga al mínimo. Pero lo que sí sube mucho es el precio de la luz eléctrica y eso afecta a las cooperativas porque tienen muchas conexiones y generan mucho consumo”.
Por otra parte, Sena recordó que existe una deuda del Estado provincial con las cooperativas de agua potable por la provisión a diferentes organismos públicos, y expresó que aguardan que se pueda regularizar la situación para obtener un mayor ingreso. “La deuda del Estado es por el decreto 830, y estamos esperando que nos paguen eso porque nos servirá para solventar los gastos, como ser el pago de los salarios”, recalcó.
“Las cooperativas tienen distintas capacidades de conexión con el Estado, ya sea por la provisión a departamentos policiales, escuelas y hospitales, esos consumos son pagados por el Gobierno provincial, pero ahora están bastante atrasados con el pago, y eso nos dificulta un poco porque tampoco podemos cobrar intereses a esa deuda”, explicó el titular de la FEMICAP.
“Creemos que la mejor medida que puede tomar el Gobierno provincial para ayudarnos es ponerse al día con la deuda por el consumo de agua de los entes públicos, que no es mucho pero nos ayudaría bastante, eso sería lo ideal, que se pongan al día porque están muy atrasados y se desvaloriza mucho el dinero. Con eso podríamos pagar otras deudas que nosotros tenemos, por ejemplo con las proveedoras eléctricas”, comentó.
“En eso hay un gran problema con la energía eléctrica porque a veces no se puede pagar debido a que no hay ingresos, entonces se da la prioridad a los productos químicos y esas cosas, el consumo de electricidad va quedando con deuda pero no es lo correcto”, reflexionó.
En relación al nivel de cumplimiento de los socios con las facturaciones, opinó que uno de los principales problemas es la pérdida del poder adquisitivo, lo cual produce inestabilidad en las economías familiares.
“El cumplimiento de los socios es un detalle muy importante porque es lo que marca la salud económica de las cooperativas. Pero también tiene que estar acompañada de una buena administración en cuanto la cobrabilidad y la exigencia de los consejos administrativos para cobrar las cuotas a los socios. No hay otra forma que una cooperativa se mantenga a flote si no es con los socios pagando sus servicios. Si todos pagaran a término todo estaría bien porque se podría equilibrar mejor lo que está relacionado a costos, inversiones y gastos”, finalizó.