Con el objetivo de conocer el estado nutricional de las personas que asisten a los comedores y así llevar adelante políticas de capacitación, acompañamiento y contención, el área de Nutrición del Ministerio de Desarrollo Social, la Mujer y la Juventud de la provincia realizó un relevamiento de los comedores comunitarios, que dependen de las cocinas centralizadas de los barrios Santa Rita, Itaembé Miní y del Mercado Central.
La actividad se ejecutó en conjunto con el programa de Seguridad Alimentaria provincial, durante la primera quincena de enero. Apunta a un trabajo articulado con otros programas de asistencia alimenticia como Hambre Cero y la gestión de la tarjeta AlimentAR.
Cinco nutricionistas del área iniciaron el relevamiento en los 74 comedores, donde chequearon la preparación de la comida que se sirve y verificaron que la temperatura y consistencia sean las adecuadas. También dialogaron con los encargados de cada comedor, quienes informaron sobre la cantidad de personas que asisten y las temáticas nutricionales que priorizan.
“Tomamos los datos de los encargados para mantener el contacto y trabajar con ellos. A cada comedor se lleva una olla con un promedio de 160 porciones, dependiendo del barrio y la demanda que tengan”, señaló Florencia Córdoba, responsable del área de Nutrición. Indicó que, de los 74 comedores, 30 responden a organizaciones sociales y el resto a comisiones barriales. “Estos 30 se abrieron el año pasado con la Ley de Emergencia Alimentaria y el trabajo comenzó desde cero”, apuntó Córdoba.
La encargada del área de Nutrición explicó que instrumentan un programa de formación de cocineros comunitarios, en convenio con la Universidad Popular de Misiones. “Queremos capacitar a las cocineras de las cocinas centralizadas en manipulación de alimentos y nutrientes, para que tengan el certificado de formación de la universidad”, detalló.
Refacciones de los comedores
Para mejorar las instalaciones de las cocinas, el Ministerio de Desarrollo Social y la Dirección de Arquitectura iniciaron las refacciones de infraestructura de las cocinas centralizadas. En la Zona Sur realizaron mejoras integrales en el techo, el sistema eléctrico, instalaciones sanitarias y aberturas. En Santa Rita arreglaron el tejido perimetral, las conexiones eléctricas y cambio de cerradura. Las tareas se hacen de manera progresiva, una cocina a la vez, en un plazo de dos a tres semanas por obra.
Además se incorporaron equipamientos nuevos a los comedores como ollas y quemadores.