La primera vez llegó para comunicar su desesperación porque le robaron su automóvil último modelo del garaje de su casa, y a las pocas horas para relatar que no existió tal delito y que fue su hijo el que se lo llevó y con él iba a dirimir el inconveniente en cuanto a si avisó o pidió prestado como corresponde.
El llamativo se conoció a las 18.30 y, según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la denunciante de 69 años había asegurado que su Citoën C3 fue robado de su hogar por desconocidos. No habría tardado muchos minutos en retornar y cambiar la versión al constatar que su hijo de 30 admitió tener el automóvil en su poder.
Después de esto, la presunta damnificada prefirió no ampliar detalles, menos aún adelantar cuándo su hijo regresaría con el vehículo. Se habría retirado de la comisaría sin mayor preocupación por el trámite policial iniciado.