Ante la familia del patinaje misionero, el campeón mundial Luca Lucaroni (25) le puso el broche de oro a su presencia en la tierra colorada, en una inolvidable exhibición del más alto nivel que tuvo lugar anoche en el Polideportivo “Finito” Gehrmann de Posadas y que congregó a casi 600 personas de toda la región.
El once veces campeón del mundo y considerado “el Messi del patín artístico” demostró toda su categoría al ejecutar nada más y nada menos que la misma coreografía con la que se alzó con su última corona, en el Mundial de Barcelona 2019.
Bajo las reglas del sistema Rollart, nueva normativa que rige desde hace poco en el patín internacional, Lucaroni realizó trompos dobles y triples.
Cada acción del italiano -oriundo de Peruggia- desató la aclamación y el aplauso cerrado de la tribuna.
Lucaroni llegó el sábado a Misiones acompañado de su entrenador, el romano Luca D’Alisera, quien en su momento también se alzó con once títulos mundiales. El calor misionero se hizo sentir ayer en el Gehrmann, al punto que D’Alisera resolvió llevarse para siempre el recuerdo y filmar la reacción del público ante cada ejecución.
La exhibición internacional arrancó alrededor de las 20 con las palabras de Aldo Steinhorst, subsecretario del Ministerio de Deportes provincial.
“Vine a darles la bienvenida. Es un privilegio recibirlos. Además, quiero felicitar a la Federación Misionera por el trabajo que viene realizando”, sostuvo el dirigente, quien estuvo acompañado por el vicegobernador provincial, Carlos Arce. Enseguida, desde la Federación Misionera de Patinaje (Femipat) se entregaron presentes a Lucaroni y D’Alisera.
Cuatro patinadores misioneros estuvieron a cargo de la previa. Milagros Nimeth, subcampeona internacional; Silvia Trochez, campeona nacional; y la pareja conformada por Guille González y Mónica Doberstein, también monarcas argentinos, prepararon la pista para la salida de Lucaroni.
Minutos después de las 20.30, Lucaroni salió a escena.
Un aplauso cerrado bajó de las tribunas. En cada salto doble y triple, Lucaroni demostró por qué es múltiple campeón mundial y se lo compara con el futbolista rosarino.
Bajo la música de la mítica canción “Hallelujah” de Leonard Cohen, el italiano brilló al punto de conmover a los presentes con una coreografía perfecta y una jerarquía nunca vista hasta anoche en Misiones.
Tras la ovación del público, Lucaroni se llevó la mano al corazón y saludó a los presentes, en una muestra de la pasión que siente por el patín y que lo llevó a consagrarse tantas veces.
Verlo en acción fue, para propios y ajenos al patín, un verdadero privilegio. Y, por sobre todas las cosas, la confirmación de que aquello que hace es justamente deporte, pero también -y sobre todo- es arte.