En la mesa familiar de los Benítez se habla y se respira fútbol. De esas charlas sobre la pasión que mueve a la mayoría de los argentinos nació Martín, jugador del actual Independiente de Lucas Pusineri; Cristian, campeón con La Picada de la Copa Posadeña y Dara, que se consagró en el torneo “Nosotras también jugamos” con el femenino de La Picada. Una familia de futbolistas.
Dara es la más chica. Con apenas 18 años ya sumó su primera copa y en una charla con EL DEPORTIVO contó los entretelones de la vida en una familia marcada por el fútbol. “Martín siempre me aconseja, entre otras cosas, me dice que juegue más con el cuerpo”, dijo y agregó “yo también soy crítica, si no toca bien en un partido, me molesta y le digo”.
Alfredo y Norma son los padres de Cristian, Noelia, Martín, Mariel y Dara. En ese orden. Menos Mariel, todos los demás juegan al fútbol. Sí, hasta Norma se calzó los cortos y entró a la cancha. Dara egresó de la secundaria el año pasado, en el Rosa Guarú. Le quedaron unas materias colgadas que tendrá que rendir en estos meses y, por el momento, pateó hasta el año que viene el meterse en una carrera.
Este 2020 quiere meterle ficha al fútbol, con La Picada y El Verde, el equipo de futsal que fue la base del equipo campeón del torneo femenino de fútbol. Darle rienda suelta a una pasión que heredó de su familia.
¿Cómo empezó toda esta relación con el fútbol, cuántos futbolistas hay en tu familia?
Empezó con mi papá (Alfredo). Él siempre jugó en La Picada, con mis tíos, mi hermano Cristian que es un excelente jugador. Todos le jodían con que él era mejor que Martín, sólo que no tiene mucha disciplina… pero juega muy bien. El fútbol lo vivimos desde siempre, nos sentábamos en la mesa y sólo hablábamos de fútbol.
¿Hinchas de…?
De River. Menos mi hermano Cristian, mi mamá y Mariel que no son de River y Martín que es del Rojo. Y somos todos de La Picada. Martín empezó a entrenar ahí y surgió él. Una vez lo vino a mirar Boca y ahí empezó todo. Esa vez no quedó. Dijeron que lo iban a llamar y no lo contactaron. Ahí fue mi papá quien se movió, habló con mi tío, el representante de Martín, le consiguió una prueba en Independiente y quedó. Desde los 14 que está en el Rojo. En Primera debutó a los 17.
En tu caso, Dara, ¿cómo arrancaste?
Yo de chiquita, tenía ocho años, jugaba con mis primos Santi, Nahuel, Lolo. Jugábamos los cuatro y siempre el problema era que a mi papá y a mi tío no le gustaba que una mujer juegue. Jugábamos debajo de un árbol de mango en el terreno de mi abuela y mi tío le llamaba a mi papá para que me vaya a buscar. Algunas veces me escapaba (se ríe), porque mis primos necesitaban uno y así… desde hace mucho juego con ellos. Mi hermana Noelia también jugaba desde chica pero no mucho. Todos en mi casa somos muy futboleros.
¿Cómo fue que llegaste a La Picada o a jugar de manera más oficial?
Mi tío Claudio, que sí me alentaba a que juegue, comenzó con un equipo femenino en La Picada. Ahí jugaba mi mamá y también mis tías, era muy familiar al principio y después empezamos a juntar gente de afuera. Hacíamos partidos con Camioneros, que también tenía un equipo femenino.
¿En ese momento jugabás con tu mamá en el mismo equipo?
Sí, y en un partido estábamos jugando… yo estaba cerca del arco, por hacer un gol y una chica me dio una patada, me hizo un foul, y mi mamá paró el partido porque se asustó. La quise matar (risas), yo tenía una vergüenza… En ese equipo jugaba mi hermana Noelia, mis tías, era muy familiar.
¿Iban a mirar tu papá, Martín y demás?
Sí, mi papá incluso hizo una vez de árbitro, porque no era muy oficial, era amistoso. Me acuerdo que en ese partido cobró un penal a favor nuestro que no era (risas).
¿Todavía no se había conformado La Picada como equipo femenino de fútbol?
No, recién se conformó en 2018 cuando se hizo el torneo preparatorio. Pero yo empecé a jugar al futsal primero, en El Verde.
¿Cómo se conformó ese equipo?
Mi hermano Martín es muy amigo de Martín Gallardo, el DT, desde chiquitos. Cuando empezaron a entrenar futsal mi hermano me escribió diciéndome que Martín Gallardo le dijo que si quería ir a jugar futsal que le escriba y me iba a dar los horarios. Le dije que sí, de una. Fui con mi hermana Noelia, ella siempre me apoyó, siempre estuvo. Entrenaban en una placita cerca del CEF. Creo que éramos 10, 15 chicas. Yo tenía 16. No entendía nada. No sabía ni lo que era, tuve que informarme cómo se jugaba al fútbol de salón. Yo juego arriba, pero se tiene que jugar en todas las posiciones. Este año hice un par de goles, creo que fueron nueve.
¿A El Verde cómo le fue?
Todavía no salimos campeonas. En 2019 estuvimos cerquita en una semi y perdimos contra Luz y Fuerza. En 2018 salimos segundas. Bastante bien, tenemos un equipo muy lindo. Yo aprendo mucho de las chicas. De Dai, Vita y Pame, que son las que más me ayudan a crecer; son jugadoras de mucha experiencia, yo las tengo como referentes dentro del futsal y del equipo de once también. También aprendo mucho de Martín Gallardo, Alexis, su ayudante de campo y de Beto, el utilero, que siempre está, ordena las camisetas y pone música en el vestuario.
¿Qué consejos te dan?
Yo le agradezco mucho a Martín Gallardo porque no me salía una jugada y él me hacía repetir una y otra vez, aunque me daba bronca. Aprendí gracias a eso. De Alexis lo que me quedó es que siempre me manda al segundo palo, me dejaba loca (se ríe).
Una vez que empezaste a jugar, ¿te iba a ver tu familia?
Mi hermana Noelia, la más grande, cuando empecé en futsal fue la que más me acompañó en todo. Estuvo en cada partido, yo jugara o no. Siempre estuvo ahí. De once ya no le gusta mucho porque dice que es lento. Ella es muy exigente. Yo siempre le pregunto cómo juego esperando que me diga que bien y no, si jugué mal me lo dice. Y Martín, las veces que pudo, se hacía un tiempo e iba.
Incluso cuando salieron campeonas, él estuvo…
Sí, nos entregó el premio. Y cuando salimos primeras en la Copa de Plata del torneo preparación él también estuvo y también nos entregó el premio. Él nos ayuda en un montón, a veces le pido plata para hacer las camisetas y nos da, una vez le pedí pecheras y nos dio como 10. También me aconseja de cómo tengo que jugar, cómo tengo que pegarle y así.
¿Cuál es el consejo que más te da?
Que use más mi cuerpo, de aguantar bien la pelota, que levante la cabeza. Son cosas que a uno le marcan porque soy chica todavía y tengo mucho que aprender.
¿Tu papá va a verte?
A mí no me gusta que me vayan a verme mi papá y mi mamá. La semi contra Luz y Fuerza en futsal les dije que perdimos por culpa de ellos, porque nunca fueron a verme y justo en ese partido que es tan importante fueron… soy muy de eso, que si no van ningún partido, justo en la final no podés ir.
¿Sos cabulera?
Sí, en ese sentido sí. Si no vas a ningún partido y vas a los últimos, la “enyetás” (sic). Cuando juega el masculino de La Picada no quiero que vaya Mariel, mi otra hermana. Porque nunca va y quiere ir a las finales y el equipo pierde.
¿Mariel no juega?
No, no tiene ni idea ella. Nos va a ver a veces, pero no entiende nada. Es la única que no juega.
¿Suelen ir a verlo a Martín?
Vamos bastante (NdR: estuvieron el domingo 19 de enero en el Libertadores de América, cuando River venció a Independiente por 2-1). Generalmente vamos a partidos importantes como contra Racing, o con Boca, el año pasado fuimos al partido en el que Martín le hizo el primer gol a Boca y ganaron. Yo pude estar en la cancha.
¿Qué sentís cuando lo ves a tu hermano en la cancha, gritando un gol?
No sé. Yo lo admiro demasiado a Martín por cómo es con mi familia, por la humildad que tiene. Para mí es una alegría enorme que tu hermano esté jugando en un equipo tan grande como Independiente. Pero cuando lo veo jugar también soy crítica, le digo un montón de cosas. Si no toca bien, me molesta y le digo.
Y con la gente, ¿escucharon alguna vez que alguien le diga algo en la tribuna?
Siempre hay alguien que bardea y a uno le calienta. Una vez dijeron algo de Martín, mi mamá se quedó con eso y le bajó la presión. Se tuvo que atender en la ambulancia. Yo le digo que son cosas del fútbol pero obvio que te molesta porque es su hijo, o en mi caso, tu hermano.
¿Qué jugadores conocieron gracias a Martín?
Vinieron varios a su casamiento. Juan Sánchez Miño, que fue figura en Boca, hasta comió en mi casa. Nosotras no entendíamos nada con mi hermana, lo atendíamos bien nomás, no nos sacamos fotos ni nada.
Hablemos del campeonato conseguido con La Picada, ¿qué significó para vos?
Fue una alegría enorme. Hay jugadoras muy buenas, tenemos un equipo muy lindo, somos unidas y la pasamos bien dentro de la cancha. Si hay enojo es en la cancha y quedó ahí. Siempre nos aconsejamos. Todas son muy buenas. Martín Gallardo nos ayuda mucho, nos aconseja muy bien, es un DT muy bueno, muy paciente. Me da mucha seguridad, aunque me mande macanas siempre me alienta. Estoy muy contenta por la oportunidad que me dan de estar en el equipo.
¿Qué te gustaría del fútbol, tenés algún sueño?
No creo… Me quiero quedar por acá nomás. Estoy muy contenta, el fútbol femenino se está conociendo mucho, y estoy contenta por eso. Ojalá que sigamos así, que el fútbol femenino pueda seguir creciendo y ojalá podamos seguir ganando siempre con La Picada.