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Desde esta semana, deben desaparecer del paisaje urbano de Santa Ana las gallinas, los chanchos y cualquier otro animal de granja que varias familias santaneras acostumbraban criar en sus propiedades dentro del núcleo poblado de la localidad.
Es que, con su publicación el lunes en el Boletín Oficial de la Provincia, entró en vigencia la primera ordenanza del año emanada del Concejo Deliberante de Santa Ana y promulgada el último 10 de febrero por el intendente Pablo Castro, por la cual “se prohíbe en la zona urbana de la localidad la tenencia o cría de ganado mayor, menor y animales de granja, con o sin fines comerciales, con o sin documentación”.
El objetivo es “generar mejor convivencia entre vecinos, reducir riesgos sanitarios y contribuir a la seguridad vial”, además de “generar políticas de concientización y tenencia responsable de animales”.
Es que, según explicó el presidente del Concejo, Leonardo Acosta, a PRIMERA EDICIÓN, “Santa Ana es un pueblo que se está ampliando, se construyeron varios barrios de viviendas y hace 10 años había manzanas con apenas cuatro o seis familias, pero ahora hay zonas muy pobladas y, al estar tan pegados los vecinos, el olor de estos animales incomoda a los que están al lado”.
“Ya estamos pensando en ser una ciudad pequeña más que un pueblo. En el Censo 2020 estimamos que estaremos en unos 12 mil habitantes (casi el doble de lo registrado en la encuesta de una década atrás). Como estamos creciendo, queremos ir organizando la localidad y que este tipo de cría (gallinas y chanchos, especialmente, pero también vacas) se traslade a la zona rural. Santa Ana no es un pueblo desparramado: tenemos dos avenidas principales que dividen en cuatro al pueblo y casi todos los barrios están en las inmediaciones. Luego tenemos la zona de quintas, que tampoco están muy alejadas, y ahí es donde se busca que se traslade la cría de animales. De hecho, se está buscando optimizar la producción”, remarcó el edil.
“Ir cambiando costumbres”
También aclaró que “ahora que tenemos el instrumento legal, no se trata de agarrar y sacarle a la familia en algunos casos su sustento, porque la mayoría de estos animales son para consumo propio: la tarea es ir a visitar a aquel que está criando animales para que lo haga donde no moleste al vecino”.
Por ello, si bien la norma contempla fuertes multas que van desde las 100 hasta las 500 unidades fiscales (aproximadamente entre 6.000 y 30 mil pesos, según los valores actuales de la nafta súper en surtidores YPF) y que se endurecerían progresivamente en casos de reincidencia, la intención “es ir llegando a acuerdos antes de multar, no es la idea pelear con los vecinos ni sacarles plata, sino ponernos de acuerdo para vivir cordialmente entre todos. Es cuestión de ir cambiando algunas costumbres”, insistió Acosta.
Al respecto, el presidente del Deliberativo aclaró que “no son muchos” los afectados por esta medida. “Hasta ahora tuvimos solo uno señalado por los vecinos y calculo que no habrá más de diez familias que críen en la zona urbana aves de corral, chanchos o incluso vacas”.
Consultado sobre cómo se tomó la nueva norma en el municipio, Acosta remarcó que “no hubo resistencia de parte de los potenciales afectados, en Santa Ana prácticamente nos conocemos todos, nos vemos las caras casi todos los días y desde el Concejo tratamos de hacer que se entiendan los motivos”.
Detalles de la norma
Según la Ordenanza 01/20 del Concejo Deliberante de Santa Ana, fechada el 30 de enero de este año y promulgada por el Ejecutivo municipal el 10 de febrero, “las superficies destinadas en zona rural a la tenencia de animales deben estar separadas de las viviendas y delimitadas de los predios vecinos por sistema de alambrado, con un mínimo de tres hilos, con aguada, sombra y reparo, garantizando el bienestar animal”.
Según el artículo 3, cuando se detecte un caso de tenencia de animales de granja en la zona urbana, “se emplazará al propietario y/o responsable a que presente la documentación que acredite la propiedad para que, en el término no mayor a cuarenta y ocho (48) horas, retire el o los animales y determine el lugar de guarda de los mismos”.
Y “en el caso de que los animales se encuentren en la vía pública el Departamento Ejecutivo Municipal notificará a la fuerza pública, a fin de que la misma proceda según lo establecido” en la ordenanza.