La actividad se cumplió en el balneario El Brete, lugar donde luego de la jornada habitual de custodia de la playa, se sumaron otros guardavidas para dar inicio a un ritual consistente en el encendido de antorchas con las cuales ingresan al río, algunos en embarcaciones y otros caminando, en una forma de rendir tributo a esa profesión.
Tras completar la rueda, los participantes volvieron a reunirse sobre la arena y unir sus antorchas, como muestra de camaradería.
El titular de la Escuela Municipal de Guardavidas, Sergio Balatorre, fue uno de los referentes de esta movida que en realidad tiene como fecha de realización el 14 de febrero (Día del Guardavidas) pero que este año fue postergado a raíz de la lluvia que se abatió sobre la capital provincial.
El encendido de las antorchas y el recorrido “simbolizan la pasión que se necesita para desempeñar esta tarea, y el recuerdo vivo en los corazones de los compañeros que ya no están”, indicó Balatorre.