La zona más afectada continúa siendo la región sudoeste de la ciudad de La Banda con algunos casos aislados en la región sudeste de la capital provincial.
El Ministerio de Salud y las áreas competentes de las municipalidades de Capital y la Banda trabajan en conjunto para el bloqueo de los casos, que consisten en la búsqueda de pacientes febriles casa por casa, control focal, aplicación de fumigación según protocolo, educación y sensibilización.
La cartera sanitaria local reiteró a la población extremar los cuidados preventivos, acudir de manera urgente al centro de salud más cercano ante posibles síntomas, y evitar la automedicación porque puede traer complicaciones en el tratamiento.
Además, la provincia dispuso la apertura de las Unidades Primarias de Atención a la Salud también los días sábados y domingos a partir de las 7 y hasta las 19, y de atención de pacientes febriles en los hospitales de toda el área provincial.
Y reiteró a todos los santiagueños que extremen los cuidados en sus hogares eliminando focos de criadero del mosquito transmisor tales como los recipientes contenedores que acumulen agua (baldes, palanganas, macetas y bebederos) y que renueven permanentemente el agua o bien los cubran.
Algunas recomendaciones para prevenir la picadura del mosquito transmisor son: colocar telas mosquiteras en las ventanas y puertas de las viviendas, usar repelentes sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada tres horas, usar ropa con mangas largas, pantalones largos y utilizar espirales o tabletas repelentes.
Por otra parte, un grupo de familias de pequeños productores rurales del paraje San Pedro, al sudeste de la capital de Santiago del Estero, expresaron su “preocupación” y pidieron a las autoridades “la fumigación de la zona” por una invasión de mosquitos tras las inundaciones que generaron las lluvias.
San Pedro, ubicado en el departamento Juan Felipe Ibarra, es un paraje donde viven pobladores que se dedican a la cría de ganado.
Alberto Ledesma, un poblador de la zona, explicó: “hace tiempo que varias familias comenzaron a irse del lugar porque no cuentan con las cosas que se necesitan para vivir, no tenemos caminos ni un canal que sirva de desagüe, siempre sufrimos las consecuencias de las inundaciones”.
“El agua que viene de la ciudad de Los Juríes y de una estancia vecina hacen que terminemos perdiendo nuestros animales”, precisó Ledesma.
Y agregó: “Desde el 2015 venimos gestionando sin éxito el mejoramiento de los 15 km que nos separa de la ruta 7, así también la construcción de un canal de drenaje para terminar con el problema”.
Fuente: Agencia de Noticias Télam