La investigación del crimen del peluquero Román Antonio Berndt, en su domicilio del barrio San Miguel de Puerto Rico, ocurrido el 5 de diciembre del 2019, dio pasos firmes para su esclarecimiento. Hace pocos días, el único detenido pidió ampliar su indagatoria y afirmó que conocía a la víctima.
El joven de 27 años declaró ante el juez de Instrucción 1 de Puerto Rico, Leonardo Manuel Balanda Gómez, que en varias oportunidades estuvo en la vivienda de Berndt ya que le facilitaba su computadora e impresora para preparar el currículum y salir a buscar trabajo.
El soporte informático y un teléfono celular están siendo peritados por especialistas policiales y los resultados se conocerían en los próximos días.
Además, el magistrado instructor recibió nuevos testimonios que ubican al sospechoso como vecino en el barrio donde ocurrió el homicidio. Un familiar del sospechoso declaró y aportó datos al respecto, ubicándolo en un inmueble cerca de la casa de Berndt.
Cabe recordar que una camiseta del club de fútbol alemán Borussia Dortmund fue el disparador de las máximas sospechas en contra del detenido ya que registros de cámaras de seguridad lo captaron con esa prenda, que al parecer robó a un vecino de la víctima y fue la misma con la que fue detenido tras la muerte del estilista.
Las grabaciones lo colocan sobre la avenida 9 de Julio antes y después de la hora que se cree que mataron a Berndt. Está comprobado que llevaba las mismas prendas que fueron halladas con manchas de sangre humana en el edificio en construcción, donde se halló el celular de la víctima y un cuchillo con rastros de sangre.
En cuanto al celular de la víctima, se supo después que fue utilizado con llamadas y mensajes tras el homicidio. Las pericias finales del aparato, de la computadora y las pruebas de ADN que solicitó el juez, serán clave para definir la situación procesal del acusado provisoriamente por “homicidio calificado por ensañamiento”.
En su momento, el detenido sólo había hablado del celular y aseguró que lo tenía porque otra persona se lo dio y no sabía que era de la víctima. Ahora reconoció que frecuentaba su casa, algo que lo compromete.