En un nuevo síntoma de desaceleración, la inflación de febrero fue del 2%, la más baja desde enero de 2018, según el Índice de Precios del Consumidor (IPC) difundido por el INDEC.
A pesar de la desaceleración, los alimentos tuvieron aumentos a ritmo de 2,7% en el segundo mes del año.
La merma en la suba de precios es un variable fundamental para el Banco Central (BCRA), ya que es una de las justificaciones para el recorte en la tasa de interés de referencia, que ya acumula 25 puntos porcentuales con la nueva gestión de Miguel Pesce. Por el momento, la misma se sitúa en el 38%.
La semana pasada, la autoridad monetaria dio a conocer su relevamiento mensual de expectativas de mercado (REM), en el cual la inflación esperada para 2020 bajó al 40%. Sin embargo, bajo la nueva metodología, que distingue las estimaciones de las consultoras y entidades financieras más precisas, los precios aumentarían un 39,3% durante el año en curso.
La desaceleración inflacionaria se da en meses en que el Gobierno de Alberto Fernández decidió congelar distintos precios relevantes de la economía, como las tarifas de servicios públicos, boletos de transporte, peajes, combustibles, salud privada y medicamentos. En este último caso, el acuerdo con los laboratorios terminó a fines de febrero y ya se registraron incrementos en los primeros días de marzo.
Ese congelamiento se traduce en los índices de inflación de determinados rubros. Salud, por ejemplo, que incluye prepagas y remedios, aumentó solo 0,4%. Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles ajustó 0,6%.
Por el contrario, los dos sectores con mayores incrementos de precios durante febrero fueron Restaurantes y hoteles, con 3,1% -responde a la temporada alta turística- y Alimentos y bebidas no alcohólicas, con 2,7%.
Fuente: medios digitales.