Directivos de la firma Biogénesis Bagó, dedicada a la producción de vacunas antiaftosa y que además tiene una planta en China, y varios referentes de la producción porcina local nucleados en la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), presentaron a varios funcionarios nacionales un proyecto de inversión para construir en el país un primer módulo de 15 mil madres con planta frigorífica propia, desposte y cámara de frío.
En relación a esto se tiene en cuenta la posibilidad de abrir el mercado en China, debido a que a fines del año pasado se estimaba que en el país asiático faltarían unas 18 millones de toneladas de carne (seis veces la producción de carne vacuna argentina) y sus autoridades saben que a futuro, por más que se recupere al menos parte de la oferta interna, podrían tener un déficit estructural.
Es por eso que buscan garantizarse el abastecimiento de parte de esas necesidades, a través de países lejanos como ser la Argentina.
De avanzar el proyecto, se trataría del primero de cuatro módulos que podrían desarrollarse en el país con inversiones chinas, al menos en una primera etapa. Cada uno implicaría un desembolso de 130 a 140 millones de dólares, según explicó Juan Uccelli, consultor y coordinador del Grupo Exportador Porcino Argentino, entrevistado por Bichos de Campo.
Los números que manejan los chinos son enormes , tanto como su población de 1.300 millones de habitantes. Planean una inversión total de 27.000 millones de dólares para poder tener en total 3 millones de madres bajo producción.
Para tener una idea de lo que significa, si todo ese dinero lo pusieran en la Argentina “pasaríamos a ser el tercer exportador mundial”, graficó Uccelli, quien además destacó que nuestro país es uno de los que tiene tierra fértil para llevar a cabo este tipo de desarrollo.
La idea de los inversores chinos no sería hacerse cargo de la producción sino generar proyectos asociativos con empresarios locales de adentro y de fuera del rubro porcino o agropecuario.
La única condición sería que la carne porcina que se genere termine en China.
“El costo (de producción) allá es entre 2 y 3 veces más caro que en Argentina y por eso ven acá una oportunidad”, expresó el consultor porcino, en referencia a la alta disponibilidad de granos, agua y tierra, lo que permitiría que finalmente los chinos se terminarían llevando un producto final pagando un flete más bajo por unidad producida.