¿Qué está pasando? Debemos recordar que la cuarentena es una medida tomada para cuidar la salud de todos. Por ello se deben favorecer los espacios de charla con los hijos, en los cuales pueda hablarse de cómo nos sentimos, normalizar los miedos o enojos y hablar acerca de todo lo que se está haciendo para cuidarnos (más que preocuparse, ocuparse). Cuando los adultos hablan acerca de sus emociones (inseguridades, enojos, frustraciones) y también comparten las estrategias que usan para lidiar con ellas (como hablar, orar, informarse correctamente o hacer actividad física) se están convirtiendo en modelos positivos que favorecen la salud integral.
Buscar información fehaciente, de fuentes autorizadas, es tan importante como no sobresaturarse con datos. Es necesario buscar estrategias adecuadas a las edades de los hijos para explicarles que está ocurriendo, como así también las maneras de cuidarse.
¿Qué hacer ahora? Hablar de la situación y compartir emociones es un paso ineludible.
Se recomienda mantener un cierto orden en el día. Si bien no será la misma rutina bajo situaciones normales, sí es importante tener determinados organizadores del día, por ejemplo: el horario de las comidas, un espacio para hacer actividades físicas, un espacio para actividades académicas, horarios de higiene y de sueño. A veces cuestiones, como un cierto orden en la casa (lavar los platos o acomodar la cama), cambiarse la ropa (no solo vestir piyamas) y la higiene personal (peinarse, por ejemplo), ayudan a sostener la autoestima de las personas. El orden disminuye la incertidumbre del día, como así también la posibilidad de tener tiempo para estar tristes. Muchas veces cuando los niños dicen tener hambre puede deberse a que en realidad están ansiosos o aburridos.
Si bien, como se dijo, es importante armar y sostener rutinas, no es menos importante tener flexibilidad. Es decir, generar cambios si la situación lo amerita. El orden organiza, no debe presionar ni constreñir.
Cuidar los vínculos…
A medida que los hijos van creciendo, el vínculo va cambiando y a veces eso implica alejarse de ellos. Aunque uno se proponga jugar o conversar (según la edad de los hijos), puede ser difícil si hace tiempo no se hace. Un vínculo requiere tiempo y ser trabajado. El amor filial es sumamente importante, pero eso no significa que “espontáneamente” los miembros de una familia podrán establecer vínculos cercanos. Como ya se ha dicho, el afecto debe ser cuidado y cultivado de manera constante, requiere conocer a nuestros hijos y que ellos nos conozcan.
Un punto por el cual comenzar puede ser aprovechar este tiempo para charlas acerca de la historia de la familia, contar anécdotas, mirar fotos y videos, ayuda a fortalecer la identidad de cada miembro de la familia, su autoestima, y también a fortalecer los vínculos afectivos y espirituales de todos. En estos espacios se debe permitir que circule la palabra, alentar a que todos los miembros de la familia participen, contando cosas o dando su opinión. Todos los puntos de vista son importantes y ayudan a conocerse.
El contacto con la familia más extensa debe mantenerse. A través de redes sociales o llamadas telefónicas, sin saturar, el trato medianamente constante con abuelos, tíos y primos, se encuentren cerca o lejos, ayuda a mantener la unidad familiar y la fortaleza afectiva.
Es importante que haya espacios para compartir en familia, y también favorecer algunos espacios de intimidad de las personas. Es decir, proponer actividades para hacer juntos, pero también momentos en los cuales cada quien pueda hacer actividades por separado. Es importante proponer actividades a los niños a veces y otras veces dejarlos que se aburran para que generen juegos en su habitación o en el patio.
Actividades con Niños:
Para que realicen los niños, solos con otros niños y/o con sus padres y familiares. La división de áreas es solo para generar un orden, pero en realidad cada actividad puede estimular diferentes cuestiones. Por ejemplo, contar un cuento y dibujar sus personajes es una actividad intelectual, artística y motora, a la vez. Además, puede sacarse la presión de pretender que toda actividad deje un aprendizaje académico, la diversión es un fin sumamente válido, en sí mismo.
Físicas (dentro de los espacios permitidos):
Seguir videos tutoriales de baile, yoga, artes marciales, hacer deportes, como futbol, básquet, andar en bicicleta, por mencionar algunos.
Juegos en el patio: con pelota, paletas, circuitos de ejercicios, y otros juegos reglados (como ser las escondidas).
Juegos cooperativos. Ejemplo: armar un circuito para coches con algunos palos, hojas, sillas u otros objetos.
Intelectuales:
Lectura de cuentos. Esto implica no solo la lectura, si no que se suma el poder hablar acerca de lo que se ha leído. Pedir a los niños que hagan un relato acerca de lo que entendieron del cuento, comentarlo entre ellos, crear finales alternativos al que propone el autor, buscar datos sobre el cuento (por ejemplo, si menciona lugares buscarlos en el mapa, si hay palabras que no se comprenden buscar el significado, o buscar el contexto histórico que propone el relato).
Experimentos químicos y biológicos. Hay libros y páginas especializadas en estas áreas que explican experimentos caseros para charlar sobre ciencias.
Revistas con actividades o actividades descargadas de páginas de internet.
Actividades académicas, mandadas por los docentes o de plataformas oficiales.
Adivinanzas o juegos de deducción
Expresión artística:
Dibujo y pintura. Se pueden combinar muy diferentes materiales, lápices de colores, marcadores, tempera, papeles de colores, entre otros.
Manualidades
Papiroflexia
Armado de obras de teatro (los niños, títeres o muñecos).
Canto
Baile
Lúdicas:
Juegos reglados: las escondidas, las esquinitas, el huevo podrido, la rayuela, entre otros.
Juegos de mesa: dados, cartas, juegos de la oca, etc. Se pueden buscar en sitios de internet reglas para juegos (con dados o cartas, por ejemplo) o si se quiere jugar a un juego de mesa que no se tiene, puede armárselo (por ejemplo, armar el tablero y fichas del juego de la oca o de las damas).
Juego libre y espontáneo: con muñecas o coches, entre otros.
Juegos didácticos: especialmente pensados para jugar, como ser rompecabezas, bloques,
Con uso de tecnología:
Juegos didácticos de plataformas virtuales, interactivos.
Filmación de videos caseros, por ejemplo, de una obra de teatro realizada, o de un baile.
Videojuegos
Cine en el hogar
Colaboración en la vida cotidiana:
Realizar juntos o ayudar en la actividad de cocinar.
Ayudar en el orden y/o limpieza de la casa.
Colaborar en el cuidado del jardín (regar las plantas, cavar en la tierra).
Ayudar a reciclar, separar plásticos y llenar con ellos botellas.
Concientizar juntos sobre el valor del ahorro, evitando el derroche de recursos, tales como el uso consciente de la energía eléctrica, el agua, etc.
Lo más importante…
En este período de cuarentena recordemos que lo importante es cuidarse entre todos. Debemos ser flexibles como padres y también misericordiosos con nosotros mismos. Es imposible hacer todo perfecto, es muy válido que tengamos que renegociar cosas en la convivencia para fortalecer la paciencia y el amor familiar.
Cuidemos a las personas y los vínculos que con ellas tenemos, cultivemos la paciencia y tolerancia hacia los otros y hacia uno mismo.